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1 Tesalonicenses 4:3 - Biblia Martin Nieto

3 Ahora bien, ésta es la voluntad de Dios, vuestra santificación: que huyáis de la impureza,

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Biblia Reina Valera 1960

3 pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 La voluntad de Dios es que sean santos, entonces aléjense de todo pecado sexual.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 la voluntad de Dios es que se hagan santos y que rehúyan la libertad sexual.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Porque la voluntad de Dios es vuestra santificación, que os apartéis de la fornicación,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Esto quiere Dios de vosotros: una vida santa; que os apartéis de la fornicación,

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1 Tesalonicenses 4:3
47 Tagairtí Cros  

enséñame a cumplir tu voluntad, pues tú eres mi Dios; tu espíritu bueno me conduzca por una tierra llana.


por lo que entonces dije: 'Aquí estoy, en el libro está escrito de mí:


Cuando un hombre y una mujer se acuesten juntos y tengan relaciones sexuales, los dos se lavarán con agua y serán impuros hasta la tarde'.


Porque el que hace la voluntad de mi Padre celestial, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre'.


Porque del corazón provienen los malos pensamientos, homicidios, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios, blasfemias.


Pero yo os digo que todo el que se separe de su mujer, excepto en caso de concubinato, la expone a cometer adulterio, y el que se casa con una mujer divorciada comete adulterio'.


'No todo el que me dice: ¡Señor! ¡Señor!, entrará en el reino de Dios, sino el que hace la voluntad de mi Padre celestial.


Porque el que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre'.


Jesús les dijo: 'Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y completar su obra.


El que quiera hacer la voluntad de Dios conocerá si mi doctrina es de Dios o si hablo por mi cuenta.


sino escribirles que se abstengan de las contaminaciones de los ídolos, de la fornicación, de comer sangre o carne de animales ahogados.


abstenerse de la fornicación, de comer sangre y carne sacrificada a los ídolos o de animales ahogados. Haréis bien en guardaros de estas cosas. Adiós'.


Y ahora os encomiendo a Dios y a su mensaje de amor, que tiene poder para construir el edificio y dar la herencia a todos los consagrados.


a abrirles los ojos, para que pasen de las tinieblas a la luz y del poder de Satanás a Dios; para que, por la fe en mí, reciban el perdón de los pecados y la herencia entre los consagrados.


Están llenos de injusticia, malicia, perversidad, codicia, maldad; rebosantes de odio, de asesinatos, de disputas, de engaño, de malignidad; chismosos,


Y no os acomodéis a este mundo; al contrario, transformaos y renovad vuestro interior para que sepáis distinguir cuál es la voluntad de Dios: lo bueno, lo que le agrada, lo perfecto.


Pero ahora, libres del pecado y al servicio de Dios, tenéis como fruto la consagración a Dios y como resultado final la vida eterna.


Por él vosotros estáis en Cristo Jesús, el cual de parte de Dios se ha hecho para nosotros sabiduría, justicia, santificación y redención,


pero para evitar la lujuria, que cada uno tenga su mujer, y cada mujer su marido.


y que, cuando llegue, me humille mi Dios por causa vuestra y tenga que llorar por muchos que antes pecaron y no se han arrepentido de la impureza, de la lujuria y el desenfreno a que se entregaron.


Ahora bien, las obras de la carne son bien claras: lujuria, impureza, desenfreno,


Por consiguiente, no actuéis como necios, sino procurad conocer cuál es la voluntad del Señor.


servidles no sólo cuando os ven, como para quedar bien con ellos, sino como esclavos de Cristo, haciendo de corazón la voluntad del Señor;


Por esta razón nosotros, desde el día en que lo oímos, no cesamos de rogar y pedir por vosotros, para que seáis llenos del conocimiento de su voluntad con toda sabiduría e inteligencia espiritual,


Por tanto, destruid todo lo que hay de terrenal en vuestro cuerpo: la lujuria, la impureza, las pasiones, los apetitos desordenados y la avaricia que es una idolatría;


Os saluda Epafras, vuestro compatriota, siervo de Jesucristo, que continuamente se esfuerza suplicando por vosotros, para que os mantengáis firmes y totalmente sometidos a la voluntad de Dios.


Bien sabéis las instrucciones que os dimos en nombre de Jesús, el Señor.


que cada uno de vosotros sepa tratar su propio cuerpo de una manera digna y honesta,


Dad gracias en toda coyuntura, porque esto es lo que Dios quiere de todos vosotros en Cristo Jesús.


Que el Dios de la paz os santifique plenamente, y que todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea conservado irreprochablemente para la venida de nuestro Señor Jesucristo.


Pero nosotros debemos dar continuamente gracias a Dios por vosotros, hermanos queridos del Señor, porque Dios os ha escogido desde el principio para salvaros por la acción santificadora del Espíritu y la fe en la verdad.


que se entregó a sí mismo por nosotros para redimirnos y hacer de nosotros un pueblo escogido, limpio de todo pecado y dispuesto a hacer siempre el bien.


Es necesario que seáis constantes en el cumplimiento de la voluntad de Dios, para que alcancéis lo que os está prometido.


que nadie sea lujurioso ni desprecie la religión, como Esaú, quien, por una comida, vendió sus derechos de primogénito.


os haga aptos para cumplir su voluntad en toda clase de obras buenas, obrando en vosotros lo que le es agradable a sus ojos por Jesucristo, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.


Que el matrimonio sea tenido en gran honor y el lecho conyugal esté sin mancha, porque Dios juzgará a los lujuriosos y a los adúlteros.


elegidos por designio de Dios Padre para ser santificados por el Espíritu para obedecer a Jesucristo y ser purificados con su sangre os deseo la gracia y la paz en abundancia


Los días restantes de su vida mortal estarán al servicio no de las pasiones humanas, sino de la voluntad de Dios.


El mundo pasa, y con él sus deseos insaciables; pero el que hace la voluntad de Dios vive para siempre.


Pero los cobardes, los incrédulos, los depravados, los homicidas, los lujuriosos, los hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su herencia en el estanque ardiente de fuego y de azufre: ésta es la segunda muerte'.


Fuera los perros, los hechiceros, los impuros, los homicidas, los idólatras y todos los que aman y practican la mentira.


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