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1 Tesalonicenses 3:8 - Biblia Martin Nieto

8 Ahora nos parece vivir de nuevo, porque vosotros os mantenéis firmes en el Señor.

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Biblia Reina Valera 1960

8 porque ahora vivimos, si vosotros estáis firmes en el Señor.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Nos reaviva saber que están firmes en el Señor.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 si están firmes en el Señor, nosotros volvemos a vivir.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 pues ahora vivimos,° puesto que vosotros estáis firmes en el Señor.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 pues al conocer vuestra firmeza en el Señor, ahora sí que nos sentimos vivos.

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1 Tesalonicenses 3:8
24 Tagairtí Cros  

Cantad al Señor, fieles del Señor, alabad su nombre santo;


Seguid unidos a mí, que yo lo seguiré estando con vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo si no está unido a la vid, así tampoco vosotros si no estáis unidos a mí.


Si estáis unidos a mí y mis enseñanzas permanecen en vosotros, pedid todo lo que queráis y se os concederá'.


Jesús dijo a los judíos que habían creído en él: 'Si os mantenéis firmes en mi doctrina, sois de veras discípulos míos,


Al llegar y ver la gracia de Dios, se llenó de alegría y exhortaba a todos a perseverar con un corazón firme, fieles al Señor,


Por esto, queridos hermanos, manteneos firmes, inconmovibles, trabajando más y más en la obra del Señor, sabiendo que el Señor no dejará sin recompensa vuestro trabajo.


Estad alerta, permaneced firmes en la fe, sed hombres, sed fuertes.


Cristo nos ha liberado para que seamos hombres libres; permaneced firmes y no os dejéis poner de nuevo el yugo de la esclavitud.


y que Cristo habite en vuestros corazones por la fe, para que, arraigados y fundamentados en el amor,


Pues para mí la vida es Cristo, y la muerte ganancia.


Os pido sobre todo que viváis una vida digna del evangelio de Cristo para que, sea que vaya y lo vea, sea que ausente lo oiga, perseveréis firmes en un mismo espíritu, luchando con una sola alma por la fe del evangelio,


Por tanto, hermanos míos queridísimos, mi alegría y mi corona, manteneos firmes en el Señor, queridos míos.


siempre que perseveréis sólidamente cimentados en la fe y estables e inconmovibles en la esperanza del evangelio que oísteis, el que ha de ser predicado a toda criatura bajo el cielo, y del que yo, Pablo, he sido elegido ministro.


Con todo ello, y principalmente por vuestra fe, nos habéis procurado un gran consuelo en medio de las presentes tribulaciones y congojas.


Mantengamos firmemente la esperanza que profesamos, pues el que ha prometido es fiel;


Porque hemos llegado a ser partícipes de Cristo, si seguimos manteniendo inquebrantable hasta el fin nuestra fe inicial.


Puesto que tenemos un sumo sacerdote extraordinario, que ha penetrado en los cielos, Jesús, el Hijo de Dios, permanezcamos firmes en la fe que profesamos.


El Dios de toda gracia que os llamó en Cristo a su eterna gloria, él mismo os perfeccionará después de un breve padecer, os confirmará, os fortalecerá y os consolidará.


Vosotros, sin embargo, queridísimos hermanos, avisados de antemano, estad en guardia, no sea que, arrastrados por el error de los libertinos, decaigáis de vuestra firmeza;


Mi venida está próxima; guarda bien lo que tienes, para que nadie te quite tu corona.


Acuérdate de cómo recibiste y oíste la palabra; guárdala y arrepiéntete. Porque, si no despiertas, caeré sobre ti como un ladrón, sin que sepas a qué hora te voy a sorprender.


Le diréis: Paz a ti, paz a tu casa y paz a cuanto te pertenece.


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