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1 Samuel 25:26 - Biblia Martin Nieto

26 Ahora, mi señor, por la vida del Señor y por tu propia vida, por el Señor, que te ha impedido derramar sangre y hacerte justicia por tu mano, que tus enemigos y los que intentan hacerte daño corran la misma suerte que Nabal.

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Biblia Reina Valera 1960

26 Ahora pues, señor mío, vive Jehová, y vive tu alma, que Jehová te ha impedido el venir a derramar sangre y vengarte por tu propia mano. Sean, pues, como Nabal tus enemigos, y todos los que procuran mal contra mi señor.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

26 »Ahora, mi señor, tan cierto como que el Señor vive y que usted vive, ya que el Señor impidió que usted matara y tomara venganza por su propia mano, que todos sus enemigos y los que intenten hacerle daño sean tan malditos como lo es Nabal.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

26 ¡Por la vida de Yavé y por tu propia vida, que tus enemigos y que todos los que buscan tu mal, señor, conozcan ahora la suerte de Nabal. Pero fíjate: Yavé te ha impedido que te mancharas con sangre haciéndote justicia por ti mismo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

26 Y ahora señor mío, vive YHVH y vive tu alma, puesto que YHVH te ha impedido derramar sangre y vengarte por tu propia mano, ¡sean como Nabal tus enemigos y los que procuran el mal de mi señor!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

26 Ahora, mi señor, por la vida de Yahveh y por la tuya, por Yahveh, que te ha impedido derramar sangre y hacerte justicia por tu propia mano, que tus enemigos y cuantos intentan el mal contra mi señor sean como Nabal.

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1 Samuel 25:26
20 Tagairtí Cros  

Dios le respondió: 'Sí, sé que has hecho esto con buena conciencia; por eso te he impedido pecar contra mí y no te he dejado tocarla.


El rey preguntó al cusita: '¿Está bien el joven Absalón?'. El cusita contestó: '¡Que corran la suerte de ese joven los enemigos de mi señor, el rey, y todos los que se han levantado contra ti para el mal!'.


Y Elías dijo a Eliseo: 'Quédate aquí, porque el Señor me manda ir hasta Betel'. Eliseo replicó: '¡Por Dios y por tu vida que no te dejaré!'. Y fueron juntos a Betel.


Cuando las vasijas estaban ya llenas, dijo a uno de sus hijos: 'Tráeme otra vasija'. Pero él respondió: 'No hay más vasijas'. Y el aceite se terminó.


Expulsaste naciones y los plantaste a ellos, exterminaste pueblos para hacerlos crecer.


Ella le procura el bien y nunca el mal todos los días de su vida.


Y quedarán como tipo de maldición entre todos los desterrados de Judá que están en Babilonia, los cuales dirán: El Señor haga contigo como con Sedecías y con Ajab, a quienes el rey de Babilonia tostó al fuego.


eres tú, oh rey, que te has hecho grande y poderoso, tanto que tu grandeza ha crecido y ha llegado hasta el cielo y tu poder hasta los confines del mundo.


Porque conocemos a aquel que ha dicho: A mí la venganza, yo daré a cada cual lo que merezca.


Ana le dijo: 'Perdón, señor; tan cierto como que tú vives, yo soy aquella mujer que estuvo aquí junto a ti orando al Señor.


Él guarda los pasos de sus fieles, mientras que los malvados perecerán en las tinieblas, pues no es por la fuerza como vence el hombre.


que el nombre de Jonatán subsista gracias a la casa de David, y que el Señor vengue a David de sus enemigos'.


David replicó: 'Tu padre sabe muy bien que yo soy tu amigo y se dice: Que no lo sepa Jonatán para que no se entristezca. Pero, por la vida del Señor y por tu vida, que estoy a un paso de la muerte'.


De allí David fue a Mispá de Moab, y dijo al rey de Moab: 'Permite que mis padres se queden con vosotros hasta que sepa lo que Dios quiere de mí'.


No haga caso mi señor de este hombre insensato, de Nabal, porque hace honor a su nombre. Se llama Nabal, y verdaderamente es un insensato. Tu sierva no vio a los jóvenes que mi señor envió.


Cuando David supo que Nabal había muerto, dijo: 'Bendito sea el Señor, que me ha hecho justicia del insulto que recibí de Nabal; impidió a su siervo hacer el mal e hizo recaer la maldad de Nabal sobre su cabeza'. Después David mandó a decir a Abigaíl que quería casarse con ella.


Y añadió: '¡Vive el Señor!, que ha de ser él quien le hiera, ya le llegue el día de su muerte y muera, ya baje a la guerra y caiga.


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