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1 Reyes 8:32 - Biblia Martin Nieto

32 escucha tú desde el cielo, intervén y haz justicia a tus siervos, condena al culpable haciendo recaer su maldad sobre su cabeza, y absuelve al inocente retribuyéndole conforme a su inocencia.

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Biblia Reina Valera 1960

32 tú oirás desde el cielo y actuarás, y juzgarás a tus siervos, condenando al impío y haciendo recaer su proceder sobre su cabeza, y justificando al justo para darle conforme a su justicia.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

32 oye entonces desde el cielo y juzga entre tus siervos, entre el acusador y el acusado. Castiga al culpable según su merecido y absuelve al inocente debido a su inocencia.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

32 escúchalo desde lo alto del cielo e intervén. Juzga a tus servidores, condena al culpable y haz recaer sobre su cabeza su falta, pero haz justicia al inocente proclamando su inocencia.

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La Biblia Textual 3a Edicion

32 entonces escucha Tú desde los cielos, y haz justicia a tus siervos, condenando al malvado para traer su conducta° sobre su propia cabeza, y justificando al justo para retribuirle conforme a su justicia.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

32 escucha tú desde el cielo y actúa; haz justicia con tus siervos, condenando al que es culpable, de suerte que su mala conducta recaiga sobre su cabeza, y justificando al que es inocente y retribuyéndole conforme a su justicia.

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1 Reyes 8:32
22 Tagairtí Cros  

El Señor me retribuye según mi justicia, me paga según la inocencia de mis manos;


y el Señor la hará recaer sobre su cabeza; pues mató a dos hombres justos y mejores que él, y los asesinó a espada sin que lo supiera mi padre David: a Abner, hijo de Ner, general del ejército de Israel, y a Amasá, hijo de Yéter, general del ejército de Judá.


Su sangre recaerá sobre la cabeza de Joab y de su descendencia para siempre, mientras que la paz del Señor estará siempre con David, su linaje, su casa y su trono'.


Pero cuando Ester fue al rey, el rey ordenó por escrito que el proyecto malvado de Amán contra los judíos se llevara a cabo en él. Amán y sus hijos fueron colgados en la horca.


El Señor me retribuye según mi justicia, según la limpieza que ha visto en mis manos.


El Señor juzga a las naciones. Júzgame, Señor, conforme a mi justicia y según mi inocencia.


No intervengas en causas injustas y no hagas morir al inocente y al justo, porque yo no absolveré al malvado.


que conserva su fidelidad a mil generaciones y perdona la iniquidad, la infidelidad y el pecado, pero que nada deja impune, castigando la maldad de los padres en los hijos y en los nietos, hasta la tercera y cuarta generación'.


comerán el fruto de sus errores y se hartarán de sus propios consejos.


Absolver al culpable y condenar al justo son dos cosas que odia el Señor.


Gracias al Señor toda la raza de Israel obtendrá la justicia y saltará de gozo.


presta con usura y acepta interés, este hijo no vivirá, porque ha cometido todas estas monstruosidades; morirá y su sangre recaerá sobre él.


El que peca es el que morirá. El hijo no cargará con la culpa del padre, ni el padre con la del hijo. Al justo se le imputará su justicia y al injusto su injusticia.


Yo juzgaré, pues, a cada cual según su conducta, casa de Israel, dice el Señor Dios. Convertíos y abandonad todas vuestras injusticias, y la injusticia no será más vuestra ruina.


Pues yo tampoco tendré piedad y compasión de ellos. Les pido cuenta de sus obras'.


Cuando haya bebido el agua, si realmente se ha deshonrado engañando a su marido, el agua de la maldición entrará en ella y le producirá amargura, su vientre se hinchará, su criatura se malogrará y vendrá a ser objeto de maldición en medio de su pueblo.


Porque para ser justos ante Dios no basta con escuchar la ley: hay que cumplirla.


En un tiempo en que no había ley, yo estaba vivo; pero cuando llegó el mandamiento, el pecado revivió,


Si dos hombres tienen un pleito, se presentarán al tribunal, que decidirá sobre ellos: se absolverá al justo y se condenará al culpable.


Si peca un hombre contra otro hombre, Dios puede intervenir en su favor; pero si un hombre peca contra el Señor, ¿quién intercederá por él?'. Pero ellos no hicieron caso a su padre, porque el Señor había decidido que muriesen.


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