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1 Reyes 22:31 - Biblia Martin Nieto

31 Mas el rey de Siria había dado estas órdenes a los treinta y dos jefes de sus carros: 'No ataquéis a ninguno, sea oficial o soldado raso, sino únicamente al rey de Israel'.

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Biblia Reina Valera 1960

31 Mas el rey de Siria había mandado a sus treinta y dos capitanes de los carros, diciendo: No peleéis ni con grande ni con chico, sino solo contra el rey de Israel.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

31 Mientras tanto, el rey de Aram había dado las siguientes órdenes a sus treinta y dos comandantes de carros de guerra: «Ataquen solo al rey de Israel. ¡No pierdan tiempo con nadie más!».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

31 El rey de Aram había dado esta orden a sus treinta y dos jefes de carros: 'No ataquen a ningún chico ni grande, sino sólo al rey de Israel'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

31 Pero el rey de Siria había ordenado a sus treinta y dos capitanes de los carros que tenía, diciendo: No luchéis contra pequeño ni contra grande, sino sólo contra el rey de Israel.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

31 Por su parte, el rey de Aram había dado esta orden a los treinta y dos jefes de sus carros: 'No ataquéis a ninguno, ni chico ni grande, sino sólo al rey de Israel'.

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1 Reyes 22:31
10 Tagairtí Cros  

y dejaron ciegos a los hombres que estaban ante la puerta, desde el más joven hasta el más anciano, de tal modo que no pudieron encontrar la puerta.


Caeré sobre él cuando esté cansado y sin fuerzas, y le atemorizaré. Todo el pueblo que está con él se dará a la fuga, y mataré solamente al rey.


Ben Hadad, rey de Siria, reunió todo su ejército y, acompañado de treinta y dos reyes con carros y caballos, fue a sitiar Samaría y la atacó.


Al mediodía se hizo una salida, mientras que Ben Hadad estaba en sus tiendas bebiendo y borracho, con los treinta y dos reyes que le ayudaban.


Haz esto: quita a cada uno de los reyes de su puesto y pon en su lugar prefectos.


Cuando los jefes de los carros vieron a Josafat, se dijeron: 'Éste es el rey de Israel'. Y fueron contra él y lo atacaron. Josafat entonces lanzó un grito.


El rey de Siria había dado esta orden a los jefes de sus carros: 'No ataquéis a ninguno, sea oficial o soldado raso, sino solamente al rey de Israel'.


Grandes y pequeños morirán en este país sin ser sepultados ni llorados; por ellos no se harán cortes en el cuerpo ni se raparán el cabello.


Habían hecho prisioneros a las mujeres y a todos los demás, chicos y grandes, pero sin matar a nadie. Los habían llevado y proseguían su camino.


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