Salmos 32:4 - La Biblia Textual 3a Edicion

⁴ Porque de día y de noche tu mano se agravaba sobre mí, Hasta que mi vigor se convirtió en sequedades de verano. Selah

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

⁴ Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; Se volvió mi verdor en sequedades de verano. Selah

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴ Día y noche tu mano de disciplina pesaba sobre mí; mi fuerza se evaporó como agua al calor del verano. Interludio

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴ Tu mano día y noche pesaba sobre mí, mi corazón se transformó en rastrojo en pleno calor del verano.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴ mientras tuve tu mano pesando día y noche sobre mí, mi humor se consumía en ardores de verano. Selah

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

⁴ Porque de día y de noche se agravó tu mano sobre mí; mi verdor se volvió en sequía de verano. (Selah)

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

⁴ Me castigabas día y noche, y fui perdiendo fuerzas, como una flor que se marchita bajo el calor del sol.

Salmos 32:4 Tagairtí Cros

Job 16:21

¡Oh si alguien pudiera llevar la causa del hombre ante Dios, Como un hombre lo hace a favor de su amigo!

Job 30:30

Mi piel se ha ennegrecido y se me cae, Y mis huesos arden de calor.

Job 33:7

He aquí, mi terror no te espantará, Ni mi mano será demasiado pesada sobre ti.

Salmos 22:15

Mi vigor se ha secado como tiesto, Y mi lengua se pega a mi paladar.° ¡Me has puesto en el polvo de la muerte!

Lamentaciones 4:8

j Hoy sus rostros son más negros que el hollín, Y en las calles no se los reconoce; Su piel se ha pegado a sus huesos, está seca como un leño.

Lamentaciones 5:10

Nuestra piel arde como un horno, a causa de los ardores del hambre.

Rut 1:13

¿los esperaríais hasta que crecieran? ¿Os retraeríais por ellos sin tomar marido? No, hijas mías; tengo sobrada amargura por vosotras, pues la mano misma de YHVH se ha desatado contra mí.

1 Samuel 5:11

Y convocaron a todos los príncipes de los filisteos, y dijeron: ¡Sacad de aquí el Arca del Dios de Israel y enviadla de vuelta a su propio lugar, para que no nos mate a nosotros y a nuestro pueblo! Porque había un pánico mortal en toda la ciudad, y la mano de Dios se había agravado mucho allí.

1 Samuel 5:9

Pero sucedió que después que la hubieron trasladado, la mano de YHVH cayó contra la ciudad causando gran consternación, y golpeó a los hombres de aquella ciudad desde el pequeño hasta el grande, de modo que les brotaron hemorroides.

1 Samuel 6:9

Y observaréis: Si sube por el camino de su territorio hacia Bet-semes, Él nos ha hecho este gran mal, pero si no, entonces sabremos que no es su mano la que nos ha herido, sino que nos ocurrió por accidente.