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Romanos 8:9 - La Biblia Textual 3a Edicion

9 Pero vosotros no estáis en la carne, sino en el espíritu, por cuanto° el Espíritu de Dios vive en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu del Mesías, éste no es de Él.

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Biblia Reina Valera 1960

9 Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Pero ustedes no están dominados por su naturaleza pecaminosa. Son controlados por el Espíritu si el Espíritu de Dios vive en ustedes. (Y recuerden que los que no tienen al Espíritu de Cristo en ellos, de ninguna manera pertenecen a él).

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Ustedes ya no están en la carne, sino que viven en el espíritu, pues el Espíritu de Dios habita en ustedes. Si alguno no tuviera el Espíritu de Cristo, éste no le pertenecería.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Pero vosotros no vivís según la carne, sino según el espíritu, puesto que el Espíritu de Dios habita en vosotros. Si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, este tal no pertenece a Cristo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

9 Mas vosotros no estáis en la carne, sino en el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de Él.

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Biblia Traducción en Lenguaje Actual

9 Pero, si el Espíritu de Dios vive en ustedes, ya no tienen que seguir sus malos deseos, sino obedecer al Espíritu de Dios. El que no tiene al Espíritu de Cristo, no es de Cristo.

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Romanos 8:9
35 Tagairtí Cros  

Y les daré un corazón, y les infundiré un espíritu nuevo, y quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les daré un corazón de carne,


Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?


El Espíritu de la Verdad, al cual el mundo no puede recibir, pues no lo ve ni lo conoce. Vosotros lo conocéis, porque mora con vosotros y estará en vosotros.°


Respondió Jesús, y le dijo: Si alguno me ama, mi palabra guardará; y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.


Pues el que Dios envió, habla las palabras de Dios, porque Dios no da el Espíritu por medida.


Lo que ha nacido de la carne, carne es; y lo que ha nacido del Espíritu, espíritu es.


Y yendo a Misia, intentaban ir a Bitinia, pero el Espíritu de Jesús° no se lo permitió.


Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones de los pecados eran activadas en nuestros miembros por la ley, a fin de dar fruto para muerte.


Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Jesús el Mesías,°


Y si el Espíritu del que levantó de los muertos a Jesús vive en vosotros, el que levantó al Mesías° de los muertos vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que vive en vosotros.


porque la ley del Espíritu de vida en Jesús el Mesías te ha librado de la ley del pecado y de la muerte.


Pero cada uno en su orden: el Mesías, que es las primicias, luego, los que son del Mesías en su venida.°


¿No sabéis que sois santuario de Dios, y el Espíritu de Dios mora en vosotros?°


Pero el que se une al Señor, un solo espíritu es con Él.°


¿No sabéis que vuestro cuerpo es santuario del Espíritu Santo que está en vosotros,° el cual tenéis de Dios,° y que no sois vuestros?


Miráis las cosas según la apariencia exterior. Si alguno se ha persuadido de que es° del Mesías, piense esto por sí mismo otra vez: que como él es del Mesías, así también nosotros.°


¿Y qué acuerdo entre el santuario de Dios y el de los ídolos? Porque nosotros somos° santuario del Dios viviente,° como dijo Dios: Habitaré entre ellos y entre ellos andaré; Y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.°


Y por cuanto sois hijos, Dios envió el Espíritu de su Hijo a nuestros° corazones, el cual clama: ¡Abba! (Padre).


Pues los que son del Mesías crucificaron la carne con las pasiones y deseos.


en Él también vosotros, habiendo oído la palabra de la verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en Él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo prometido,


en el cual también vosotros sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.


para que habite el Mesías por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor,


porque sé° que esto me resultará en liberación, por medio de vuestra oración y la suministración del Espíritu de Jesús el Mesías,


Guarda el buen depósito por medio del Espíritu Santo que vive en nosotros.


indagando quién y qué tiempo indicaba el Espíritu del Mesías que estaba en ellos, el cual predecía los padecimientos del Mesías, y las glorias que vendrían tras ellos.


Y aquél que guarda sus mandamientos, permanece en Él, y Él en aquél; y en esto sabemos que Él permanece en nosotros: por el Espíritu que nos dio.


En esto conocemos que permanecemos en Él y Él en nosotros: en que nos ha dado de su Espíritu.


Hijitos, vosotros procedéis de Dios, y los habéis vencido, pues mayor es el que está en vosotros° que el que está en el mundo.


Y la adorarán todos los que moran en la tierra, cuyos nombres no han sido escritos desde la fundación del mundo en el libro° de la vida° del Cordero que fue inmolado.°


Y el que no fue hallado inscrito en el libro de la vida, fue lanzado al lago del fuego.


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