Proverbios 9:12 - La Biblia Textual 3a Edicion

¹² Si eres sabio, para tu propio bien lo eres, Y si eres escarnecedor, sólo tú llevarás el daño.

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Biblia Reina Valera 1960

¹² Si fueres sabio, para ti lo serás; Y si fueres escarnecedor, pagarás tú solo.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹² Si te haces sabio, serás tú quien se beneficie. Si desprecias la sabiduría, serás tú quien sufra.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹² Si eres sabio, la sabiduría trabajará para ti; si eres un burlón, sólo tú pagarás las consecuencias.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹² Si eres sabio, para tu bien lo eres; si insolente, tú mismo lo pagarás.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¹² Si fueres sabio, para ti mismo serás sabio; mas si fueres escarnecedor, tú solo lo sufrirás.

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

¹² Si eres sabio, tú eres quien sale ganando; pero si eres malcriado, sufrirás las consecuencias».

Proverbios 9:12 Tagairtí Cros

Job 19:4

Aunque en verdad yo haya errado, Sobre mí recaería la culpa.

Job 22:21

Reconcíliate y ten paz con Él, Que ello te vendrá bien.

Proverbios 14:14

El insensato se hartará de sus propios caminos, Pero el hombre bueno estará satisfecho con el suyo.

Proverbios 16:26

El alma del que trabaja, para sí trabaja, Porque su boca lo constriñe.

Proverbios 19:29

Hay castigos preparados para los burladores, Y azotes para la espalda del necio.

Isaías 28:22

Por tanto, no os burléis, no sea que se aprieten más vuestras ataduras, Porque me he enterado de la destrucción decretada por Adonay YHVH Sebaot contra todo el país.

Ezequiel 18:20

El alma que pecare, ésa morirá. El hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo. La justicia del justo será sobre él, y la impiedad del impío recaerá sobre él.

Zacarías 12:14

Todas las familias restantes, Familia por familia, por separado, y sus mujeres aparte.

Gálatas 6:5

porque cada cual llevará su propia carga.°

2 Pedro 3:16

como también habla de esto en todas las epístolas, en las cuales hay algunas cosas difíciles de entender, que los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición.