1 Aquel día se leyó en el Rollo de Moisés a oídos del pueblo, y se encontró escrito en él que los amonitas y moabitas no debían entrar jamás en la congregación de Dios,
1 Aquel día se leyó en el libro de Moisés, oyéndolo el pueblo, y fue hallado escrito en él que los amonitas y moabitas no debían entrar jamás en la congregación de Dios,
1 Ese mismo día, mientras se leía al pueblo el libro de Moisés, se encontró el pasaje que dice que jamás se debe admitir a un amonita o a un moabita en la asamblea de Dios,
1 Por ese entonces se leyó el libro de Moisés ante el pueblo, pues allí estaba escrito: 'El amonita y el moabita quedarán para siempre excluidos de la asamblea de Dios,
1 En aquel tiempo se leyó el libro de Moisés al pueblo, y se halló escrito en él que los amonitas y los moabitas no podrían entrar jamás en la comunidad de Dios,
1 Aquel día se leyó en el libro de Moisés oyéndolo el pueblo, y fue hallado escrito en él que los amonitas y moabitas no debían entrar jamás en la congregación de Dios;
1 Cierto día, mientras el libro de la Ley de Moisés se leía ante todo el pueblo, nos dimos cuenta de que había una ley que decía así: «Jamás se permitirá que los amonitas y los moabitas formen parte del pueblo de Dios».
Y el rey subió a la Casa de YHVH, y cada hombre de Judá y todos los habitantes de Jerusalem iban con él, así como los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo, desde el menor hasta el mayor. Entonces él leyó a oído de ellos todas las palabras del Rollo del pacto que había sido hallado en la Casa de YHVH.
Pero cuando Sanbalat horonita y Tobías, el siervo amonita, lo oyeron, se disgustaron en gran manera de que alguien llegara a procurar el bien de los hijos de Israel.
Pero cuando Sanbalat horonita, y Tobías, el siervo amonita, y Gesem el árabe,° lo oyeron, se burlaron de nosotros y nos dijeron despectivamente: ¿Qué estáis haciendo vosotros? ¿Acaso os rebeláis contra el rey?
Y en el primer día del mes séptimo, el sacerdote Esdras llevó la Ley ante la congregación, que constaba de hombres y mujeres° que podían entender lo que oían.
Y puestos de pie en su lugar, leyeron en el Rollo de la Ley de YHVH su Dios la cuarta parte del día, y durante otra cuarta parte hicieron confesión y se postraron ante YHVH su Dios.
Escudriñad el Rollo de YHVH° y leed: Ni uno solo de ellos falta, Ninguno echará de menos al otro, Porque la Boca lo ha ordenado, Y su Aliento los ha congregado.
Acerca de Moab. Así dice YHVH Sebaot, Dios de Israel: ¡Ay de Nebo, arrasada; De Quiriataim, avergonzada y conquistada! La altiva fortaleza ha sido derrotada y deshecha.
Así dice YHVH: Por tres transgresiones de los hijos de Amón, Y por la cuarta, no lo revocaré: Que para ensanchar su territorio rajaron por el medio a las mujeres preñadas de Galaad;
Y envió mensajeros a Balaam hijo de Beor, en Petor, que está junto al río, en la tierra de los hijos de su pueblo° para que lo llamaran, diciendo: Un pueblo que ha salido de Egipto cubre la superficie de la tierra y ya está frente a mí.
Después de la lectura de la ley y los profetas, los principales de la sinagoga se dirigieron a ellos, diciendo: Varones hermanos, si tenéis alguna palabra de exhortación para el pueblo, hablad.