1 Reyes 2:34 - La Biblia Textual 3a Edicion

³⁴ Y Benaías ben Joiada subió y arremetió contra él y lo mató, y fue sepultado en su propia casa, en el desierto.

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Biblia Reina Valera 1960

³⁴ Entonces Benaía hijo de Joiada subió y arremetió contra él, y lo mató; y fue sepultado en su casa en el desierto.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³⁴ Entonces Benaía, hijo de Joiada, volvió a la carpa sagrada y mató a Joab, y fue enterrado junto a su casa en el desierto.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³⁴ Benaías, hijo de Yoyada, subió pues e hirió de muerte a Joab. Lo enterraron en su casa en el desierto.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³⁴ Subió entonces Benaías, hijo de Joadá e hirió de muerte a Joab. Y así murió. Lo sepultó en su casa, en el desierto.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

³⁴ Entonces Benaía, hijo de Joiada, subió y dio sobre él y lo mató; y fue sepultado en su casa en el desierto.

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

³⁴ Entonces Benaías fue y mató a Joab. Luego fueron a la casa de Joab, en el desierto, y allí lo enterraron.

1 Reyes 2:34 Tagairtí Cros

1 Reyes 2:25

Y el rey Salomón envió por mano de Benaías ben Joiada, quien arremetió contra él y lo mató.

1 Reyes 2:31

Y el rey le dijo: Haz como él ha dicho: ¡Arremete contra él y sepúltalo! Así quitarás de mí y de la casa de mi padre la sangre que Joab ha derramado injustamente.

1 Reyes 2:46

Y el rey ordenó a Benaías ben Joiada, quien salió y arremetió contra Simei y lo mató. Así fue consolidado el reino en manos de Salomón.

2 Reyes 21:18

Y durmió Manasés con sus padres, y fue sepultado en el jardín de su casa, en el jardín de Uza; y Amón su hijo reinó en su lugar.

2 Crónicas 33:20

Y durmió Manasés con sus padres, y lo sepultaron en su propia casa; y su hijo Amón reinó en su lugar.

Mateo 3:1

En aquellos días se presentó Juan el Bautista proclamando en el desierto de Judea,

Josué 15:61

En el desierto: Bet-Arabá, Midín, Secaca,

Jueces 15:12

Ellos le dijeron: Hemos venido para atarte y entregarte en mano de los filisteos. Y Sansón les dijo: ¡Juradme que no me mataréis vosotros mismos!