Proverbios 30:2 - Nueva Biblia Española (1975)

² Yo soy un necio, menos que hombre, no tengo inteligencia humana;

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

² Ciertamente más rudo soy yo que ninguno, Ni tengo entendimiento de hombre.

Biblia Nueva Traducción Viviente

² Soy demasiado torpe para ser humano y me falta el sentido común.

Biblia Católica (Latinoamericana)

² Soy más estúpido que cualquiera y me falló el sentido común:

La Biblia Textual 3a Edicion

² En verdad soy el más ignorante de los hombres, Y no tengo inteligencia humana.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

² Aunque fui el más imbécil de los hombres y no tenía inteligencia humana,

Proverbios 30:2 Tagairtí Cros

Salmos 49:10

Miren: los sabios mueren lo mismo que perecen los ignorantes y necios, y legan sus riquezas a extraños.

Salmos 73:22

yo era un necio y un ignorante, yo era un animal ante ti.

Salmos 92:6

El ignorante no los entiende ni el necio los comprende.

Proverbios 12:1

El que ama la corrección, ama el saber; el que detesta la reprensión, se embrutece.

Proverbios 30:1

Oráculo del hombre: '¡Qué fatiga, Dios, qué fatiga inútil!'.

Proverbios 5:12

entonces dirás: '¿Por qué aborrecí la corrección y mi corazón despreció la reprimenda?

Isaías 6:5

Yo dije: '¡Ay de mí. estoy perdido! Yo, hombre de labios impuros, que habito en medio de un pueblo de labios impuros, he visto con mis ojos al Rey y Señor de los ejércitos'.

Jeremías 10:14

El hombre con su saber se embrutece, el orfebre con su ídolo fracasa:

Romanos 11:25

Y no quiero que ignoren, hermanos, el designio que se esconde en esto, para que no se sientan suficientes: el endurecimiento de una parte de Israel durará hasta que entre el conjunto de los pueblos;

1 Corintios 3:18

Nadie se engañe: el que se las da de listo entre ustedes al modo de este mundo, vuélvase necio para ser listo de veras.

1 Corintios 8:2

Quien se figura haber terminado de conocer algo, aún no ha empezado a conocer como es debido.

Santiago 1:5

Y si alguno de ustedes se ve falto de acierto, pídaselo a Dios, que da sin discutir y sin humillar; él se lo dará.