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Oseas 3:1 - Nueva Biblia Española (1975)

1 Me dijo el Señor: Vete otra vez, ama a una mujer amante de otro y adúltera, como ama el Señor a los israelitas, a pesar de que siguen a dioses ajenos, golosos de tortas de uva.

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Biblia Reina Valera 1960

1 Me dijo otra vez Jehová: Ve, ama a una mujer amada de su compañero, aunque adúltera, como el amor de Jehová para con los hijos de Israel, los cuales miran a dioses ajenos, y aman tortas de pasas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Entonces el Señor me dijo: «Ve y ama otra vez a tu esposa, aun cuando ella comete adulterio con un amante. Esto ilustrará que el Señor aún ama a Israel, aunque se haya vuelto a otros dioses y le encante adorarlos».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Yavé me dijo: 'Vuelve a querer de nuevo a una mujer adúltera que hace el amor con otros, así como Yavé ama a los hijos de Israel a pesar de que lo han dejado por otros dioses y les ofrecen tortas de pasas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Me dijo YHVH: Ve otra vez, ama a una mujer amada por su marido,° y aún así, adúltera, Tal como YHVH ama a los hijos de Israel, Aunque siguen a dioses ajenos, Y aman las tortas de uvas pasas.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Yahveh me dijo: 'Vete otra vez y ama a una mujer que ama a otro y es adúltera, como ama Yahveh a los hijos de Israel, aunque ellos se vuelven a otros dioses y se complacen en las tortas de pasas'.

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Oseas 3:1
34 Tagairtí Cros  

luego repartió a todos, hombres y mujeres de la multitud israelita, un bollo de pan, una tajada de carne y un pastel de uvas pasas a cada uno. Después se marcharon todos, cada cual a su casa.


Pero el Señor se apiadó y tuvo misericordia de ellos; se volvió hacia ellos, por el pacto que había hecho con Abrahán, Isaac y Jacob, y no quiso exterminarlos ni los ha arrojado de su presencia hasta ahora.


y cuando David terminó de ofrecerlos bendijo al pueblo en nombre del Señor.


Mas por tu gran compasión no los aniquilaste ni abandonaste, porque eres un Dios clemente y compasivo.


Como están los ojos de los esclavos fijos en las manos de sus amos, como están los ojos de la esclava fijos en las manos de su ama, así están nuestros ojos fijos en el Señor, Dios nuestro, esperando su misericordia.


Al día siguiente se levantaron, ofrecieron holocaustos y sacrificios de comunión, el pueblo se sentó a comer y beber y después se levantó a danzar.


Denme fuerzas con pasas y vigor con manzanas: ¡desfallezco de amor!


Vuélvanse hacia mí para salvarse, confines de la tierra, pues yo soy Dios, y no hay otro.


pero igual que una mujer traiciona a su marido, así me traicionó Israel -oráculo del Señor- .


¡Si es mi hijo querido Efraín, mi niño, mi encanto! Cada vez que le reprendo me acuerdo de ello, se me conmueven las entrañas y cedo a la compasión -oráculo del Señor- .


¿Cómo podré dejarte, Efraín; entregarte a ti, Israel? ¿Cómo dejarte como a Admá; tratarte como a Seboín? Me da un vuelco el corazón, se me conmueven las entrañas.


Sí, su madre se ha prostituido, se ha deshonrado la que los engendró. Se decía: Me voy con mis amantes, que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi vino y mi aceite.


para entregarse a la fornicación. El vino y el licor quitan el juicio a mi pueblo,


En la fiesta del rey, con la calentura del vino, los príncipes dan la mano a los agitadores.


se acuestan sobre ropas dejadas en fianza, junto a cualquier altar, beben vino de multas en el templo de su Dios.


beben vino en copas, se ungen con perfumes exquisitos y no se duelen del desastre de José.


Pero yo estoy alerta aguardando al Señor, mi Dios y salvador: mi Dios me escuchará.


Por eso, así dice el Señor: Me vuelvo a Jerusalén con compasión, y mi templo será reedificado -oráculo del Señor- de los ejércitos-, y aplicarán la plomada a Jerusalén.


Pero Jesús le contestó: ¡Amigo, a lo que has venido! Entonces se acercaron a Jesús, le echaron mano y lo detuvieron.


No pueden beber de la copa del Señor y de la copa de los demonios. No pueden participar de la mesa del Señor y de la mesa de los demonios.


'El pueblo se sentó a comer y beber y luego se levantó a bailar'.


Bastante tiempo pasaron ya viviendo en plan pagano, dados como estaban a licencias y vicios, desórdenes, comilonas, borracheras y viles idolatrías.


Entonces quitaron de en medio los dioses extranjeros y dieron culto al Señor, que cesó en su cólera ante los sufrimientos de Israel.


Salieron al campo, a la vendimia, pisaron la uva y celebraron la fiesta; fueron al templo de su dios y comieron y bebieron, entre maldiciones a Abimelec.


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