Oseas 2:2 - Nueva Biblia Española (1975)

² Pleiteen con su madre, pleiteen que ella no es mi mujer ni yo soy su marido, para que se quite de la cara sus fornicaciones y sus adulterios de entre los pechos;

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

² Contended con vuestra madre, contended; porque ella no es mi mujer, ni yo su marido; aparte, pues, sus fornicaciones de su rostro, y sus adulterios de entre sus pechos;

Biblia Nueva Traducción Viviente

² »Pero ahora, presenten cargos contra su madre, Israel, porque ya no es mi esposa, ni yo soy su esposo. Díganle que se quite del rostro el maquillaje de prostituta y la ropa que muestra sus pechos.

Biblia Católica (Latinoamericana)

² Ustedes son los hijos del Dios vivo. Se reunirán los hijos de Judá y los de Israel bajo un solo jefe, y desbordarán los límites del país; porque el día de Jezrael será un gran día.

La Biblia Textual 3a Edicion

² ¡Contended con vuestra madre, contended, Que ella no es mi mujer ni Yo soy su marido, Para que se quite de su cara sus fornicaciones, Y sus adulterios° de entre sus pechos!

Biblia Serafín de Ausejo 1975

² Se reunirán los hijos de Judá con los hijos de Israel; se darán un jefe único y se desbordarán del país, porque será grande el día de Yizreel.

Oseas 2:2 Tagairtí Cros

Isaías 11:12

Izará una enseña ante las naciones para reunir a los israelitas desterrados y congregar a los judíos dispersos de los cuatro extremos del orbe.

Isaías 50:1

Así dice el Señor: ¿Dónde está el acta de repudio con que despedí a su madre? ¿O a cuál de mis acreedores los he vendido? Miren, por sus culpas fueron vendidos, por sus crímenes fue repudiada su madre.

Isaías 58:1

Grita a voz en cuello, sin cejar, alza la voz como una trompeta, denuncia a mi pueblo sus delitos, a la casa de Jacob sus pecados.

Jeremías 19:3

Di: Escuchen la palabra del Señor, reyes de Judá y vecinos de Jerusalén: Así dice el Señor de los ejércitos, Dios de Israel: Yo haré venir sobre este lugar una catástrofe que a quien la oiga le zumbarán los oídos;

Jeremías 2:2

Ve, grita, que lo oiga Jerusalén: Así dice el Señor: Recuerdo tu cariño de joven, tu amor de novia, cuando me seguías por el desierto, por tierra yerma.

Jeremías 3:1

Si un hombre repudia a su mujer, ella se separa y se casa con otro, ¿volverá él a ella?, ¿no está esa mujer infamada? Pues tú has fornicado con muchos amantes, ¿podrás volver a mí? -oráculo del Señor- .

Jeremías 3:13

Pero reconoce tu culpa, pues te rebelaste contra el Señor, tu Dios: prodigaste tu amor a extraños bajo todo árbol frondoso y me desobedeciste -oráculo del Señor- .

Jeremías 3:18

En aquellos días Judá irá a reunirse con Israel y juntas vendrán del país del norte a la tierra que di en heredad a sus padres.

Ezequiel 16:20

Tomaste a tus hijos y a tus hijas, los que diste a luz para mí, y se los inmolaste para que comieran. No bastándote tus fornicaciones,

Ezequiel 16:25

En las encrucijadas instalabas tus puestos y envilecías tu hermosura; abriéndote de piernas al primero que pasaba, continuamente te prostituías.

Ezequiel 20:4

i Júzgalos tú, júzgalos tú, hijo de Adán! Denúnciales las abominaciones de sus padres,

Ezequiel 23:43

--

Ezequiel 23:45

Pero varones justos las juzgarán aplicándoles las penas de las adúlteras y de las homicidas, porque adúlteras son y hay sangre en sus manos.

Oseas 1:2

Comienzan las palabras del Señor a Oseas: Dijo el Señor a Oseas: Anda, toma una mujer prostituta y ten hijos bastardos, porque el país está prostituido, alejado del Señor.

Oseas 2:1

Llamen a su hermano Pueblomío y a su hermana Compadecida.

Oseas 2:5

Sí, su madre se ha prostituido, se ha deshonrado la que los engendró. Se decía: Me voy con mis amantes, que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi vino y mi aceite.

Oseas 4:5

Tropezarás de día y contigo tropezará el profeta de noche.

Miqueas 2:13

Delante avanza el cabestro, los demás se abren paso, atraviesan la puerta y salen: delante marcha su rey, el Señor a la cabeza'.

2 Corintios 5:16

Por consiguiente, nosotros ya no apreciamos a nadie por la apariencia y, aunque una vez valoramos al Mesías por la apariencia,. ahora ya no.