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Números 22:31 - Nueva Biblia Española (1975)

31 Entonces el Señor abrió los ojos a Balaán, y éste vio al ángel del Señor plantado en el camino con la espada desenvainada en la mano, e inclinándose se postró rostro en tierra.

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Biblia Reina Valera 1960

31 Entonces Jehová abrió los ojos de Balaam, y vio al ángel de Jehová que estaba en el camino, y tenía su espada desnuda en su mano. Y Balaam hizo reverencia, y se inclinó sobre su rostro.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

31 Entonces el Señor abrió los ojos de Balaam y vio al ángel del Señor de pie en el camino con una espada desenvainada en su mano. Balaam se inclinó y cayó rostro en tierra ante él.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

31 Entonces Yavé abrió los ojos de Balaam: vio al ángel de Yavé de pie en medio del camino, con su espada desenvainada en la mano. Se arrodilló y se postró con su nariz en tierra.

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La Biblia Textual 3a Edicion

31 Entonces YHVH abrió los ojos a Balaam, y vio al ángel de YHVH de pie en el camino con su espada desenvainada en la mano. Y Balaam hizo reverencia, y se postró sobre su rostro.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

31 Yahveh abrió entonces los ojos de Balaán, quien, viendo al ángel de Yahveh de pie en el camino con la espada desenvainada, se arrodilló y se postró rostro en tierra.

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Números 22:31
14 Tagairtí Cros  

Dios le abrió los ojos y divisó un pozo de agua; fue allá, llenó el cuero y dio de beber al muchacho.


David alzó los ojos y vio al ángel del Señor erguido entre tierra y cielo, con la espada desnuda en su mano, apuntando a Jerusalén. David y los ancianos, cubiertos de saco, cayeron rostro en tierra.


Levántate, Señor, que el hombre no triunfe, sean juzgadas las naciones en tu presencia;


Moisés, al momento, se inclinó y se echó por tierra.


Dijo la burra: ¿No soy yo tu burra, en la que montas desde hace tiempo? ¿Me solía portar contigo así? Contestó él: No.


oráculo del que escucha palabras de Dios y conoce los planes del Altísimo. que contempla visiones del Todopoderoso, en éxtasis, con los ojos abiertos.


oráculo del que escucha palabras de Dios, que contempla visiones del Todopoderoso, en éxtasis, con los ojos abiertos.


Pero estaban cegados y no podían reconocerlo.


Se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero él desapareció.


Al decirles: 'Soy yo', retrocedieron y cayeron a tierra.


pára que les abras los ojos y se vuelvan de las tinieblas a la luz y del dominio de Satanás a Dios; para que, creyendo en mí, obtengan el perdón de los pecados y parte en la herencia de los consagrados' .


Estando ya cerca de Jericó, Josué levantó la vista y vio a un hombre en pie frente a él con la espada desenvainada en la mano. Josué fue hacia él y le preguntó: ¿Eres de los nuestros o del enemigo?


Contestó: No. Soy el general del ejército del Señor, y acabo de llegar. Josué cayó rostro en tierra, adorándolo. Después le preguntó: ¿Qué orden trae mi señor a su siervo?


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