Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne

- Fógraí -





Marcos 3:3 - Nueva Biblia Española (1975)

3 Jesús le dijo al hombre del brazo paralizado: Levántate y ponte ahí en medio.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

3 Entonces dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate y ponte en medio.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Jesús le dijo al hombre con la mano deforme: «Ven y ponte de pie frente a todos».

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Jesús dijo al hombre que tenía la mano paralizada: 'Ponte de pie y colócate aquí en medio.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

3 Dice al hombre que tenía la mano seca: Ponte° en el medio.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Dice entonces al hombre que tenía la mano seca: 'Ponte aquí delante'.

Féach an chaibidil Cóip




Marcos 3:3
12 Tagairtí Cros  

no vacilará ni se quebrará, hasta implantar el derecho en la tierra, y su ley que esperan las islas.


Cuando Daniel se enteró de la promulgación del decreto, subió al piso superior de su casa, que tenía ventanas orientadas hacia Jerusalén. Y, arrodillado, oraba dando gracias a Dios tres veces al día, como solía hacerlo.


Había allí un hombre con un brazo paralizado; para poder acusar a Jesús, le preguntaron: ¿Está permitido curar en sábado?


Estaban al acecho para ver si lo curaba en sábado y acusarlo.


Ya ellos les preguntó: ¿Qué está permitido en sábado: hacer bien o hacer daño; salvar una vida o matar? Se quedaron callados.


Pero él, conociendo sus intenciones, dijo al hombre del brazo paralizado. Levántate y ponte ahí en medio. El hombre se levantó y se quedó en pie.


Mientras es de día, nosotros tenemos que trabajar realizando las obras del que me mandó. Se acerca la noche, cuando nadie puede trabajar.


Por consiguiente, queridos hermanos, estén firmes e inconmovibles, trabajando cada vez más por el Señor, sabiendo que sus fatigas como cristianos no son inútiles.


Por tanto, no nos cansemos de hacer el bien, que, si no desmayamos, a su tiempo cosecharemos.


y la mayoría de los hermanos, alentados por mi prisión a confiar en el Señor, se atreven mucho más a exponer el mensaje sin miedo.


Por tanto, dado que el Mesías sufrió en su carne mortal, ármense también ustedes del mismo principio: que uno que ha sufrido en su carne ha roto con el pecado,


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí