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Lucas 8:32 - Nueva Biblia Española (1975)

32 Había allí cerca un buen rebaño de cerdos pastando en la falda del cerro; los demonios le rogaron que les permitiera entrar en ellos. El se lo permitió.

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Biblia Reina Valera 1960

32 Había allí un hato de muchos cerdos que pacían en el monte; y le rogaron que los dejase entrar en ellos; y les dio permiso.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

32 Sucedió que había una gran manada de cerdos alimentándose en una ladera cercana, y los demonios le suplicaron que les permitiera entrar en los cerdos. Entonces Jesús les dio permiso.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

32 Había en ese lugar un gran número de cerdos comiendo en el cerro. Los demonios suplicaron a Jesús que les permitiera entrar en los cerdos, y él se lo permitió.

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La Biblia Textual 3a Edicion

32 Y había allí una piara de muchos cerdos paciendo en el monte; y le rogaron que los dejara entrar en ellos; y los dejó.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

32 Había por allí, paciendo en el monte, una gran piara de cerdos. Los demonios le suplicaron que les permitiera entrar en ellos, y él se lo permitió.

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Lucas 8:32
16 Tagairtí Cros  

Respondió: 'Iré y me transformaré en oráculo falso en la boca de todos los profetas'. El Señor le dijo: 'Conseguirás engañarlo. ¡Vete y hazlo!'.


i Si tú mismo lo has cercado y protegido, a él, a su hogar y todo lo suyo! Has bendecido sus trabajos, y sus rebaños se ensanchan por el país.


El Señor le dijo: Haz lo que quieras con sus cosas, pero a él no lo toques. Y Satanás se marchó.


El Señor le dijo: Haz lo que quieras con él, pero respétale la vida.


Dios ha dicho una cosa, y dos cosas que he escuchado:


que se sentaba en los sepulcros y pernoctaba en las grutas, que comía la carne del puerco y caldo abominable en las tazas;


Hay quien inmola un toro, y es como si matara a un hombre; hay quien sacrifica una oveja, y es como si desnucara un perro; hay quien trae una ofrenda, y es como si fuera sangre de puerco; hay quien inciensa invocando, y es como si bendijera a un ídolo. Todos ellos eligieron su camino y escogieron sus abominaciones,


el cerdo, que es bisulco y tiene la pezuña partida, pero no es rumiante: ténganlo por impuro.


No den lo sagrado a los perros ni les echen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen, y además se vuelvan y los destrocen.


y le rogaban que no los mandara al Abismo.


Los demonios salieron del hombre y se metieron en los cerdos; el rebaño se lanzó por el precipicio al lago y se ahogó.


Le replicó Jesús: No estaría en tu mano hacer nada contra mí si Dios no te dejara. Por eso, el que me ha entregado a ti tiene un pecado mayor.


Hijos, ustedes son de Dios y ya lo han vencido, porque el que está con ustedes es más fuerte que el que está con el mundo.


Pasados los mil años soltarán a Satanás de la prisión.


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