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Levítico 7:35 - Nueva Biblia Española (1975)

35 Esta es la ración de Aarón y de sus hijos, de las oblaciones al Señor, desde que son promovidos al sacerdocio del Señor.

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Biblia Reina Valera 1960

35 Esta es la porción de Aarón y la porción de sus hijos, de las ofrendas encendidas a Jehová, desde el día que él los consagró para ser sacerdotes de Jehová,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

35 Esta es la porción que les corresponde. Las ofrendas especiales presentadas al Señor fueron apartadas para Aarón y para sus descendientes desde el momento en que fueron separados para servir al Señor como sacerdotes.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

35 Esta es la porción de Aarón y de sus hijos en los sacrificios por el fuego para Yavé, desde el día en que sean consagrados como sacerdotes de Yavé.

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La Biblia Textual 3a Edicion

35 Tal es la porción de Aarón y la porción de sus hijos, de las ofrendas ígneas a YHVH, desde el día en que los presentó para servir como sacerdotes de YHVH.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

35 Ésta es la parte de los manjares pasados por el fuego para Yahveh que corresponde a Aarón y sus hijos, desde el día en que fueron presentados para ejercer el sacerdocio delante de Yahveh.

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Levítico 7:35
15 Tagairtí Cros  

De entre los israelitas escoge a tu hermano Aarón y a sus hijos Nadab, Abihú, Eleazar e Itamar para que sean mis sacerdotes..


Rito de consagración de mis sacerdotes:


Tomarás sangre del altar y aceite de la unción y salpicarás a Aarón y sus vestidos, a los hijos de Aarón y sus vestidos. Así se consagrarán Aarón con sus vestidos, sus hijos con sus vestidos,


Luego, tomando el aceite de la unción, lo derramarás sobre su cabeza para ungirlo.


Aquel día su carga resbalará de tu hombro, arrancarán su yugo de tu cuello. Sube del lado de Rimón',


El espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. Me ha enviado para dar una buena noticia a los que sufren, para vendar los corazones desgarrados, para proclamar la amnistía a los cautivos y a los prisioneros la libertad,


Moisés tomó el aceite de la unción y sangre del altar y salpicó sobre Aarón y sus vestidos, sobre los hijos de Aarón y sus vestidos, y así los consagró.


y es que el enviado de Dios propone las exigencias de Dios, puesto que comunica el Espíritu sin escatimar.


Y el que nos mantiene firmes -a mí y a ustedes- en la adhesión al Mesías es Dios que nos ungió;


A ustedes, además, el Consagrado les confirió una unción y todos tienen ya conocimiento.


Además, la unción con que él los ungió sigue con ustedes y no necesitan otros maestros. No, como esa unción suya, que es realidad, no ilusión, les va enseñando en cada circunstancia aquello mismo que les había enseñado, siguen con él.


Entre todas las tribus de Israel me lo elegí para que fuera sacerdote, subiera a mi altar, quemara mi incienso y llevara el efod en mi presencia, y concedí a la familia de tu padre participar en las oblaciones de los israelitas.


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