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Josué 10:19 - Nueva Biblia Española (1975)

19 Ustedes no dejen de perseguir al enemigo, atáquenles la retaguardia; no los dejen llegar a sus poblados, porque el Señor, su Dios, se los entrega.

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Biblia Reina Valera 1960

19 y vosotros no os detengáis, sino seguid a vuestros enemigos, y heridles la retaguardia, sin dejarles entrar en sus ciudades; porque Jehová vuestro Dios los ha entregado en vuestra mano.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

19 Los demás continúen persiguiendo a los enemigos y mátenlos por la retaguardia. No los dejen volver a sus ciudades, porque el Señor, Dios de ustedes, les ha dado la victoria sobre ellos».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

19 Pero ustedes no se detengan, persigan a sus enemigos, córtenles la retirada; impídanles que lleguen a su ciudad, porque Yavé el Dios de ustedes los puso en sus manos'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

19 Pero vosotros no os detengáis, perseguid a vuestros enemigos y atacad su retaguardia, y no los dejéis entrar en sus ciudades, porque YHVH vuestro Dios los ha entregado en vuestra mano.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

19 pero vosotros no os paréis: seguid persiguiendo a vuestros enemigos, atacadles por la espalda, no los dejéis entrar en sus ciudades, pues Yahveh, vuestro Dios, los va a entregar en vuestras manos'.

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Josué 10:19
8 Tagairtí Cros  

Y si se mete en una población, todo Israel llevará cuerdas y arrastraremos la ciudad hasta el río, hasta que no quede allí ni una piedra.


David dijo entonces a Abisay: Sebá, hijo de Bicrí, nos va a ser ahora más peligroso que Absalón, Vete con los soldados a perseguirlo; que no llegue a las plazas fuertes y se nos escape.


¡Maldito quien ejecute con negligencia el encargo del Señor! ¡Maldito quien retenga su espada de la sangre!


¿Qué hacemos aquí sentados? Reunámonos, entremos en las plazas fuertes, para morir allí; porque el Señor, nuestro Dios, nos deja morir, nos da a beber agua envenenada, porque pecamos contra el Señor.


Josué ordenó: Rueden piedras grandes a la entrada de la cueva y pongan allí centinelas.


Cuando Josué y los israelitas los derrotaron hasta acabar con ellos -fue una gran derrota-, los que lograron salvarse huyendo se refugiaron en sus plazas fuertes.


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