Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Jeremías 4:8 - Nueva Biblia Española (1975)

8 Por eso vístanse de sayal, hagan duelo y giman, porque no cede el incendio de la ira del Señor.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

8 Por esto vestíos de cilicio, endechad y aullad; porque la ira de Jehová no se ha apartado de nosotros.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Así que póngase ropa de luto y lloren con el corazón destrozado, porque la ira feroz del Señor todavía está sobre nosotros.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Por eso, vístanse con sacos, lloren y aúllen, porque Yavé no aparta de nosotros su ardiente cólera.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

8 Por eso, ceñíos de saco,° lamentaos y gemid; Porque el ardor de la ira de YHVH No se ha apartado de nosotros.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Por eso, ceñíos de saco, lamentaos y gemid, pues no se ha apartado de nosotros la ira furibunda de Yahveh.

Féach an chaibidil Cóip




Jeremías 4:8
22 Tagairtí Cros  

cuando lanzó contra ellos el incendio de su ira, su cólera, su furor, su indignación,


para no ir encorvados con los prisioneros y no caer con los asesinados? Y, con todo, no se aplaca su ira, sigue extendida su mano.


Ululen, que está cerca el día del Señor y llegará como azote del Todopoderoso;


El Señor de los ejércitos los invitaba aquel día a llanto y a luto, a raparse la cabeza y a ceñir sayal;


Estremézcanse las despreocupadas, tiemblen las confiadas, desnúdense del todo y cíñanse un sayal,


Por eso se inflama la ira del Señor contra su pueblo y extiende la mano para herirlo. Tiemblan los montes, yacen los cadáveres como estiércol por las calles. Y con todo eso no se aplaca su ira, sigue extendida su mano.


Pero el pueblo no se ha vuelto al que lo hería, no ha buscado al Señor de los ejércitos.


Sí, la maldad está ardiendo como fuego que consume zarzas y cardos, prende en la espesura del bosque, y se enrosca la altura del humo.


Y, con todo, no se aplaca su ira, sigue extendida su mano.


Giman, pastores; griten, revuélquense, mayorales del rebaño; les ha llegado el día de la matanza y caerán como carneros hermosos;


no cede el incendio de la ira del Señor, hasta realizar y cumplir sus designios. Al cabo de los años llegarán a comprenderlo.


Que está derrotada y deshecha Moab: giman y griten, anuncien en el Arnón que está arrasada Moab;


Capital de mi pueblo, vístete de sayal y revuélcate en el polvo, haz funeral como por un hijo único, un duelo amargo, porque llega de repente nuestro devastador.


Ustedes, los que pasan por el camino, miren, fíjense: ¿Hay dolor como mi dolor? ¡Cómo me han maltratado! El Señor me ha castigado el día del incendio de su ira.


Grita y ulula, hijo de Adán, porque la blanden contra mi pueblo, contra todos los príncipes de Israel; los han entregado a la espada, junto con mi pueblo; por tanto, golpéate el pecho


Hijo de Adán, profetiza: Esto dice el Señor: ¡Ay de aquel día!,


Vistan de luto, sacerdotes; giman, ministros del altar; vengan a dormir en esteras, ministros de mi Dios, porque faltan en el templo de su Dios ofrenda y libación.


Convertiré las fiestas de ustedes en duelo, sus cantos en elegías, vestiré de sayal toda cintura y dejaré calva toda cabeza; les daré un duelo como por el hijo único, el final será un día trágico.


Rápate, aféitate, por tus hijos adorados, hazte una calva ancha como la de un águila, pues te los han desterrado.


El Señor dijo a Moisés: Toma a los responsables del pueblo y cuélgalos delante del Señor, a la luz del sol, y se apartará de Israel la ira del Señor.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí