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Jeremías 25:3 - Nueva Biblia Española (1975)

3 Desde el año trece del reinado en Judá de Josías, hijo de Amón, hasta el presente día -en total, veintitrés años-, he recibido la palabra del Señor y se la he predicado puntualmente, y no me han escuchado.

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Biblia Reina Valera 1960

3 Desde el año trece de Josías hijo de Amón, rey de Judá, hasta este día, que son veintitrés años, ha venido a mí palabra de Jehová, y he hablado desde temprano y sin cesar; pero no oísteis.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 «Durante los últimos veintitrés años —desde el año trece del reinado de Josías, hijo de Amón, rey de Judá, hasta ahora— el Señor me ha estado dando sus mensajes. Yo se los he comunicado con toda fidelidad, pero ustedes no han querido escuchar.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Hace ya veintitrés años, desde el año trece del reinado de Josías, hijo de Amón y rey de Judá, hasta la fecha, que me habla Yavé. Sin descanso (les predico a ustedes, pero sin que ustedes escuchen.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Desde el año decimotercero de Josías ben Amón, rey de Judá, hasta hoy, durante estos veintitrés años ha venido a mí la palabra de YHVH, y os he hablado madrugando y sin cesar, y no habéis escuchado.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Desde el año trece de Josías, hijo de Amón, rey de Judá, hasta hoy, son veintitrés años que se me viene dirigiendo la palabra de Yahveh, y yo os he hablado a su tiempo y sin cesar, pero no habéis escuchado.

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Jeremías 25:3
32 Tagairtí Cros  

Abrahán madrugó, preparó el burro y se llevó a dos sirvientes y a su hijo Isaac; cortó leña para el sacrificio y se encaminó al lugar que le había indicado Dios.


y éste dijo a sus ministros: Ya saben que Ramot de Galaad nos pertenece; pero nosotros nos estamos quietos, sin recuperarla de manos del rey sirio.


El Señor había advertido a Israel (y Judá) por medio de los profetas y videntes: 'Vuélvanse de su mal camino, guarden mis mandatos y preceptos, siguiendo la ley que di a sus padres, que les comuniqué por medio de mis siervos los profetas'.


Les envió profetas para convertirlos, pero no hicieron caso de sus amonestaciones.


Cuando Josias subió al trono tenía ocho años y reinó en Jerusalén treinta y un años.


El año octavo de su reinado, cuando todavía era un muchacho, comenzó a servir al Dios de su antepasado David, y el año doce empezó a purificar a Judá y a Jerusalén de ermitas, estelas, estatuas e ídolos.


El año dieciocho de su reinado, cuando terminó de purificar el país y el templo, mandó a Safan, hijo de Asalías, al alcalde Maseyas y al canciller Yoaj, hijo de Joacaz, a reparar el templo del Señor, su Dios.


El Señor, Dios de sus padres, les enviaba continuamente mensajeros, porque sentía lástima de su pueblo y de su morada;


Ojalá me escuchara mi pueblo y caminara Israel por mi camino:


Dijo el Señor a Moisés: Madruga mañana, preséntate al Faraón cuando sale hacia el río y dile: Así dice el Señor: deja marchar a mi pueblo para que me rinda culto;


¿Por qué gastan dinero en lo que no alimenta?, ¿y el salario en lo que no da hartura? Escúchenme atentos, y comerán bien, saborearán platos sustanciosos,


Recibió palabras del Señor durante el reinado de Josías, hijo de Amón, en Judá, el año trece de su reinado,


Yo se lo encarecí a sus padres cuando los saqué de Egipto, y hasta hoy he repetido mis encarecimientos: 'Obedézcanme'.


Así dice el Señor de los ejércitos, Dios de Israel: Yo haré venir sobre esta ciudad y su comarca todos los males con que la he amenazado, porque se pusieron tercos y no escucharon mis palabras.


Te hablé en tu bienestar y dijiste: No obedezco; ésa es tu conducta desde joven, no me obedeciste;


El Señor les enviaba puntualmente a sus siervos los profetas, y no quisieron escuchar ni prestar oído.


y escuchando lo que les dicen mis siervos los profetas, que yo les envío sin cesar, aunque ustedes no escuchan,


Porque no escucharon mis palabras -oráculo del Señor- ; porque les envié constantemente a mis siervos los profetas, y no hicieron caso, -oráculo del Señor-.


Me dan la espalda, y no la cara. Yo los enseñaba sin cesar, y ellos no escuchaban ni escarmentaban.


Se cumple la palabra de Jonadab, hijo de Recab, que prohibió a sus hijos beber vino, y no beben vino hasta hoy, porque obedecen los mandatos de su padre. En cambio, yo les hablo sin cesar, y ustedes no me hacen caso.


Sin cesar les envié a mis siervos los profetas a que les dijeran: Que se convierta cada cual de su mala conducta y que enmiende sus acciones; no sigan a dioses extraños, dándoles culto; así habitarán en la tierra que les di a ustedes y a sus padres. Pero no prestaron oído ni me hicieron caso.


El año cuarto de Joaquín, hijo de Josías, rey de Judá, el Señor dirigió la palabra a Jeremías:


Toma un rollo y escribe en él todas las palabras que te he dicho sobre Judá y Jerusalén y sobre todas las naciones, desde el día en que comencé a hablarte, siendo rey Josías, hasta hoy.


Sin cesar les envié a mis siervos los profetas para que les dijeran: No cometan esas abominaciones que detesto.


Pues ahora, por haber cometido tales acciones -oráculo del Señor- , porque les hablé sin cesar y no me escucharon, porque los llamé y no me respondieron,


Desde que salieron sus padres de Egipto hasta hoy les envié a mis siervos los profetas un día y otro día;


el que oyendo el toque de trompeta no se ponga alerta, será responsable de su propia sangre cuando llegue la espada y lo arrebate.


No sean como sus antepasados, a quienes predicaban los antiguos profetas: 'Así dice el Señor de los ejércitos: Conviértanse de su mala conducta y de sus malas acciones'; y no me escucharon ni me hicieron caso -oráculo del Señor- de los ejércitos-.


Se levantó muy de madrugada y salió, se marchó a un lugar descampado y estuvo orando allí.


Al amanecer se presentó de nuevo en el templo; acudió el pueblo en masa; él se sentó y se puso a enseñarles.


El que procede de Dios escucha las exigencias de Dios; por eso ustedes no escuchan, porque no proceden de Dios.


proclama el mensaje, insiste a tiempo y a destiempo, usando la prueba, el reproche y la exhortación, con la mayor comprensión y competencia;


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