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Jeremías 23:19 - Nueva Biblia Española (1975)

19 Mira, el Señor desencadena una tormenta, un huracán que gira sobre la cabeza de los malvados;

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Biblia Reina Valera 1960

19 He aquí que la tempestad de Jehová saldrá con furor; y la tempestad que está preparada caerá sobre la cabeza de los malos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

19 ¡Miren! El enojo del Señor estalla como una tormenta, como un torbellino que se arremolina sobre la cabeza de los perversos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

19 El temporal de Yavé estalla, una tempestad se desencadena y se precipita sobre las cabezas de los impíos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

19 He aquí una tempestad de YHVH ha salido con furia. Sí, una tempestad se arremolina, Se precipita sobre la cabeza de los impíos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

19 Mirad la tempestad de Yahveh: se desencadena una tormenta, se arremolina un huracán, que se lanza sobre la cabeza de los malvados.

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Jeremías 23:19
19 Tagairtí Cros  

Que los arrebaten desprevenidos las breñas, las fieras, el incendio


Cuando los alcance como tormenta el terror, cuando les llegue como huracán la desgracia, cuando los alcancen la angustia y la aflicción,


Pasa el huracán, desaparece el malvado; pero el honrado está firme para siempre.


Oráculo de la marisma: Como torbellinos que azotan el Négueb, viene del desierto, de un país temible.


apenas plantados, apenas sembrados, apenas arraigan sus brotes en tierra, sopla sobre ellos y se agostan, y el vendaval los arrebata como tamo.


el eco resuena hasta los confines del orbe, porque el Señor entabla pleito con los paganos, viene a juzgar a todos los hombres y hará ejecutar a los culpables -oráculo del Señor- .


Así dice el Señor de los ejércitos: Miren la catástrofe pasar de nación en nación, un terrible huracán se agita en los extremos del mundo.


¡Atención! El Señor desencadena una tormenta, un huracán gira sobre la cabeza de los malvados;


no cede el incendio de la ira del Señor, hasta realizar y cumplir sus designios. Al cabo de los años llegarán a comprenderlo.


En aquel tiempo dirán a este pueblo y a Jerusalén: Un viento sopla de las dunas del desierto hacia la capital de mi pueblo: no viento de aventar ni de cribar.


Así dice el Señor: Yo movilizo contra Babilonia y los caldeos un viento mortífero,


y vi. que venía del norte un viento huracanado, una gran nube y un zigzagueo de relámpagos. (Nube nimbada de resplandor, y entre el relampagueo como el brillo del electro).


Por tanto, esto dice el Señor: Con furia desencadenaré un vendaval, una lluvia torrencial mandaré con ira, y pedrisco, en el colmo de mi furia.


prenderé fuego en la muralla de Raba, que devorará sus palacios, entre los alaridos de la batalla y el torbellino de la tormenta;


Y los zarandeé por naciones extranjeras; a su espalda quedó la tierra devastada, sin vecinos ni viandantes. Así convirtieron una tierra envidiable en una desolación.


El Señor se les aparecerá disparando saetas como rayos, el Señor tocará la trompeta y avanzará entre huracanes del sur.


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