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Génesis 44:18 - Nueva Biblia Española (1975)

18 Entonces Judá se acercó y dijo: Permite a tu siervo hablar en presencia de su señor; no se enfade mi señor conmigo, pues eres tú como el Faraón.

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Biblia Reina Valera 1960

18 Entonces Judá se acercó a él, y dijo: Ay, señor mío, te ruego que permitas que hable tu siervo una palabra en oídos de mi señor, y no se encienda tu enojo contra tu siervo, pues tú eres como Faraón.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

18 Entonces Judá dio un paso adelante y dijo: —Por favor, mi señor, permita que su siervo le hable tan solo unas palabras. Le ruego que no se enoje conmigo, a pesar de ser usted tan poderoso como el faraón mismo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

18 Entonces se adelantó Judá y le dijo: 'Permite, señor mío, que pueda tu siervo decirte algunas palabras sin que te enojes contra mí, aunque tú eres como Faraón.

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La Biblia Textual 3a Edicion

18 Entonces Judá se acercó a él, y dijo: ¡Ay, señor mío! Te ruego que hable tu siervo una palabra a oídos de mi señor, y no se encienda tu ira contra tu siervo, porque tú eres como el mismo Faraón.

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Génesis 44:18
19 Tagairtí Cros  

Abrahán siguió: Que no se enfade mi Señor si sigo hablando. ¿Y, si se encuentran treinta? Contestó el Señor: No lo haré si encuentro allí treinta.


Abrahán continuó: Que no se enfade mi Señor si hablo una vez más. ¿Y si se encuentran diez? Contestó el Señor: En atención a los diez no la destruiré.


Dijo José a sus hermanos: Escuchen el sueño que he soñado:


Estábamos atando gavillas en el campo; mi gavilla se levantaba y se tenía derecha y las gavillas de ustedes la rodeaban y se postraban ante ella.


Y sus hermanos le dijeron: ¿Que vas a ser tú nuestro rey? ¿Acaso vas a sujetarnos a tu dominio? Y cada vez lo aborrecían más a causa de los sueños que les contaba.


Tú estarás al frente de mi casa y todo el pueblo obedecerá tus órdenes; sólo en el trono te precederé.


El Faraón dijo a José: Yo soy el Faraón; sin contar contigo nadie moverá mano o pie en todo Egipto.


Respondió José: Lejos de mí obrar de tal manera. Aquel en cuyo poder se encontró la copa será mi esclavo, los demás volverán en paz a casa de su padre.


Mujer.-¿Puedo añadir una palabra al rey, mi señor? Rey.-Habla.


Pero cuando los eunucos le transmitieron la orden del rey, la reina Vasti no quiso ir. El rey tuvo un acceso de ira y montó en cólera; '


Hazme caso, Job; escúchame, guarda silencio, que voy a hablar.


¿Hasta cuándo, Señor?, ¿vas a estar siempre enojado?, ¿van a arder como fuego tus celos?


Contestó Aarón: No te irrites, señor. Sabes que este pueblo es perverso.


Rugido de león es la cólera del rey, rocío sobre hierba es su favor.


Miren: si al oír tocar la trompa, la flauta, la cítara, el laúd, el arpa, la vihuela y todos los demás instrumentos están dispuestos a postrarse adorando la estatua que he hecho, háganlo; pero si no la adoran, serán arrojados al punto dentro del horno encendido abrasador, y ¿qué Dios los librará de mis manos?


Y por aquel poder recibido, todos los pueblos, naciones y lenguas lo temieron y respetaron. Tenía poder sobre la vida y la muerte, exaltaba y humillaba a su arbitrio.


pues ni siquiera el Padre da sentencia contra nadie, sino que la sentencia la ha delegado toda en el Hijo,


Hermanos, permítanme hablarles con franqueza: El patriarca David murió y lo enterraron, y conservamos su sepulcro hasta el día de hoy.


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