Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne

- Fógraí -





Esdras 8:21 - Nueva Biblia Española (1975)

21 Allí, junto al río Ahavá, proclamé un ayuno para hacer penitencia ante nuestro Dios y pedirle un feliz viaje para nosotros, nuestros niños y nuestros bienes.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

21 Y publiqué ayuno allí junto al río Ahava, para afligirnos delante de nuestro Dios, para solicitar de él camino derecho para nosotros, y para nuestros niños, y para todos nuestros bienes.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

21 Allí, junto al canal de Ahava, di órdenes de que todos ayunáramos y nos humilláramos ante nuestro Dios. En oración le pedimos a Dios que nos diera un buen viaje y nos protegiera en el camino tanto a nosotros como a nuestros hijos y nuestros bienes.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

21 Allí, a orillas del río Ahava, proclamé un día de ayuno para hacer penitencia delante de nuestro Dios, para suplicarle que nos concediera un viaje feliz junto con nuestros hijos y todo lo que llevábamos.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

21 Y allí, junto al río de Ahava, proclamé un ayuno para humillarnos delante de nuestro Dios, a fin de suplicar de Él un buen viaje para nosotros y para nuestros pequeños, así como para toda nuestra hacienda.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

21 Y allí, a la orilla del río Ahavá, pregoné un ayuno para humillarnos ante nuestro Dios, con el fin de impetrar de él un feliz viaje para nosotros, para nuestros hijos y toda nuestra hacienda.

Féach an chaibidil Cóip




Esdras 8:21
37 Tagairtí Cros  

Josafat, asustado, decidió recurrir al Señor, proclamando un ayuno en todo Judá.


Judíos de todas las ciudades se reunieron para pedir consejo al Señor.


Los reuní junto al río que corre hacia Ahavá; acampamos allí tres días, y observé que había seglares y sacerdotes, pero no encontré levitas.


El doce de marzo partimos del río Ahavá y nos encaminamos hacia Jerusalén. Nuestro Dios nos protegió y nos libró de enemigos y asaltantes durante el viaje.


El día veinticuatro de este mismo mes se reunieron los israelitas para ayunar, cubiertos de saco y polvo.


Vete a reunir a todos los judíos que viven en Susa; ayunen por mí. No coman ni beban durante tres días con sus noches. Yo y mis esclavas haremos lo mismo, y al acabar me presentaré ante el rey, incluso contra su orden. Si hay que morir, moriré.


Junto a las acequias de Babilonia nos sentamos y lloramos con nostalgia de Sión;


Pero yo, por tu gran bondad, entraré en tu casa, me postraré hacia tu santuario con toda reverencia.


Señor, que me acechan, guíame con tu rectitud, alláname tu camino.


¡Señor, dueño nuestro, qué admirable eres tú en toda la tierra! Ensalzaré tu majestad por encima del cielo


en todos tus caminos piensa en él, y él allanará tus sendas;


si se desvían ustedes a derecha o izquierda, tus oídos oirán una llamada a la espalda: 'Este es el camino, caminen por él'.


Lo cruzará una calzada que llamarán Vía Sacra, no pasará por ella el impuro, los inexpertos no se extraviarán.


conduciré a los ciegos por un camino que desconocen, los guiaré por senderos que ignoran. Ante ellos convertiré la tiniebla en luz, lo escabroso en llano. Esto es lo que pienso hacer, y no dejaré de hacerlo.


no pasaran hambre ni sed, no les hará daño el bochorno ni el sol; porque los conduce el que los compadece y los guía a manantiales de agua.


¿Para qué ayunar, si no haces caso? ¿Mortificarnos, si tú no te fijas? Miren: el día de ayuno buscan su interés, y apremian a sus servidores;


¿Es ése el ayuno que el Señor desea, el día en que el hombre se mortifica? Mover la cabeza como un junco, acostarse sobre estera y ceniza, ¿a eso lo llaman ayuno, día agradable al Señor?


Ya lo sé, Señor, que el hombre no es dueño de sus caminos, que nadie puede establecer su propio curso.


Que el Señor, tu Dios, nos indique el camino que debemos seguir y lo que debemos hacer.


Después me dirigí al Señor Dios implorándole con oraciones y súplicas, con ayuno, sayal y ceniza.


Proclamen un ayuno, convoquen la asamblea, reúnan a los jefes y a todos los campesinos en el templo del Señor, su Dios, y clamen al Señor:


Es ley perpetua. El día diez del séptimo mes harán penitencia; no trabajarán ni el indígena ni el emigrante que reside entre ustedes.


Es el sábado solemne en que harán penitencia: es ley perpetua.


Todo el que en ese día no haga penitencia será excluido de su pueblo.


Creyeron a Dios los ninivitas, proclamaron un ayuno y se vistieron de sayal pequeños y grandes.


y mandó al heraldo proclamar en Nínive un decreto real y de la corte: Hombres y animales, vacas y ovejas no prueben bocado, no pasten ni beban;


¿Por qué nos ha traído el Señor a esta tierra, para que caigamos a espada y nuestras mujeres e hijos caigan cautivos? ¿No es mejor volvernos a Egipto?


A sus niños, de quienes dijeron que caerían cautivos, los haré entrar para que conozcan la tierra que ustedes han despreciado.


Porque la promesa vale para ustedes y para sus hijos y además para todos los extranjeros que llame el Señor Dios nuestro.


Entonces subieron a Betel todos los israelitas, todo el ejército, a llorar allí, sentados ante el Señor.


Se reunieron en Atalaya, sacaron agua y la derramaron ante el Señor; ayunaron aquel día y dijeron: Henos pecado contra el Señor. Samuel juzgó a los israelitas en Atalaya.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí