Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Eclesiastés 9:2 - Nueva Biblia Española (1975)

2 Todo lo que tiene el hombre delante es vanidad, porque una misma suerte toca a todos: al inocente y al culpable, al puro y al impuro, al que ofrece sacrificios y al que no los ofrece, al justo y al pecador, al que jura y al que tiene reparo en jurar.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

2 Todo acontece de la misma manera a todos; un mismo suceso ocurre al justo y al impío; al bueno, al limpio y al no limpio; al que sacrifica, y al que no sacrifica; como al bueno, así al que peca; al que jura, como al que teme el juramento.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

2 A la larga, a todos les espera el mismo destino, sean justos o malvados, buenos o malos, religiosos o no religiosos, estén o no ceremonialmente puros. Las personas buenas reciben el mismo trato que los pecadores, y las personas que hacen promesas a Dios reciben el mismo trato que los que no las hacen.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Y no tiene sentido el que todos tengan la misma suerte: el justo y el malo, el hombre puro y el que no lo es, el que ofrece sacrificios y el que no los ofrece, el que se compromete con un voto y el que teme hacerlo.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

2 Todo acontece a todos de una misma forma. Lo mismo le ocurre al justo que al impío, al bueno, al puro y al impuro, al que ofrece sacrificios y al que no los ofrece; tanto al recto como al pecador, al que jura en vano° como al que respeta su juramento.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 vanidad. Todos corren la misma suerte: el justo y el impío, el bueno y el malvado, el puro y el impuro, el que sacrifica y el que no sacrifica. Lo mismo es del bueno que del pecador, del que jura como del que teme jurar.

Féach an chaibidil Cóip




Eclesiastés 9:2
22 Tagairtí Cros  

y júrame por el Señor Dios del cielo y Dios de la tierra que cuando le busques mujer a mi hijo no la escogerás entre los cananeos, en cuya tierra habito,


pero es lo mismo -se lo aseguró-: Dios acaba con inocentes y culpables;


porque envidiaba a los perversos viendo prosperar a los malvados.


Al hombre que le agrada le da sabiduría y ciencia y alegría; al pecador le da como tarea juntar y acumular, para dárselo a quien agrada a Dios. También esto es vanidad y caza de viento.


pues es una la suerte de hombres y animales: muere uno y muere el otro, todos tienen el mismo aliento y el hombre no supera a los animales. Todos son vanidad'.


Y si no disfruta de la vida, aunque viva dos veces mil años, ¿no van todos al mismo lugar?


Lo bueno es agarrar lo uno y no soltar lo otro, porque el que respeta a Dios de todo sale bien parado.


Más vale visitar la casa en duelo que la casa en fiestas, porque en eso acaba todo hombre; y el vivo, que se lo aplique.


Otra cosa he observado bajo el sol: que no depende el correr de la agilidad, ni la batalla de la valentía, ni de la habilidad tener pan, ni la riqueza de ser avisado, ni la estima del saber, sino que siempre se tercia la ocasión y la suerte.


Esto es lo malo de todo lo que sucede bajo el sol: que una misma suerte toca a todos. El corazón de los hombres está lleno de maldad: mientras viven piensan locuras y después ¡a morir!


hombres y mujeres, niños y princesas y cuantos Nabusardán, jefe de la guardia, había encomendado a Godolías, hijo de Ajicán, hijo de Safan; y también al profeta Jeremías y a Baruc, hijo de Nerías.


Tenemos que felicitar a los arrogantes: los malvados prosperan, tientan a Dios impunemente'.


entonces verán ustedes la diferencia entre buenos y malos, entre los que sirven a Dios y los que no le sirven.


Los llamaré a juicio, seré testigo exacto contra hechiceros, adúlteros y perjuros, contra los que defraudan al obrero de su jornal, oprimen a viudas y huérfanos y atropellan al emigrante sin tenerme respeto -dice el Señor de los ejércitos-.


y el ejército se acercó a los panales, que destilaban miel, pero nadie se la llevó a la boca, por miedo al juramento.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí