Apocalipsis 10:10 - Nueva Biblia Española (1975)

¹⁰ Tomé el librito de mano del ángel y me lo comí; en la boca me sabía dulce como miel, pero cuando me lo tragué sentí una amargura en las entrañas.

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Biblia Reina Valera 1960

¹⁰ Entonces tomé el librito de la mano del ángel, y lo comí; y era dulce en mi boca como la miel, pero cuando lo hube comido, amargó mi vientre.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁰ Entonces tomé el pequeño rollo de la mano del ángel, ¡y me lo comí! Fue dulce en mi boca, pero cuando lo tragué, se volvió amargo en mi estómago.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁰ Tomé el librito de la mano del ángel y me lo comí; en la boca era dulce como la miel, pero cuando terminé de comerlo se me volvió amargo en el estómago.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁰ Y tomé el pequeño rollo de la mano del ángel, y lo devoré; y en mi boca era dulce como miel, pero cuando lo comí, se me amargó el vientre.°

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁰ Tomé el pequeño rollo de la mano del ángel y lo devoré. Y era en mi boca dulce como la miel; pero cuando lo comí sentí amargor en el vientre.

Apocalipsis 10:10 Tagairtí Cros

Salmos 104:34

que le sea agradable mi poema, y yo me alegraré con el Señor.

Salmos 119:103

qué dulce al paladar tu promesa: más que miel en la boca;

Salmos 19:10

más preciosos que el oro, más que el oro fino, más dulces que la miel de un panal que destila.

Proverbios 16:24

Panal de miel son las palabras suaves, dulzura en la garganta, salud de los huesos.

Ezequiel 2:10

Lo desenrolló ante mí: estaba escrito en el anverso y en el reverso; tenía escritas elegías, lamentos y ayes.

Ezequiel 3:14

El espíritu me tomó y me arrebató y marché decidido y enardecido, mientras la mano del Señor me empujaba.

Ezequiel 3:3

diciéndome: Hijo de Adán, alimenta tu vientre y sacia tus entrañas con este rollo que te doy. Lo comí y me supo en la boca dulce como la miel.

Apocalipsis 10:11

Entonces me dijeron: 'Tienes que profetizar todavía contra muchos pueblos, naciones, lenguas y reinos'.

Apocalipsis 10:9

Me acerqué al ángel y le dije: 'Dame el librito'. El me contestó: 'Toma y cómetelo; té amargará las entrañas, aunque al paladar te sabrá dulce como miel'.