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2 Samuel 19:12 - Nueva Biblia Española (1975)

12 Son mis parientes, de mi carne y sangre. No se queden los últimos en llamar al rey'.

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Biblia Reina Valera 1960

12 Vosotros sois mis hermanos; mis huesos y mi carne sois. ¿Por qué, pues, seréis vosotros los postreros en hacer volver al rey?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 ¡Ustedes son mis parientes, mi propia tribu, mi misma sangre! ¿Por qué son los últimos en dar la bienvenida al rey?».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Todo lo que se decía en Israel llegaba a oídos del rey. El rey dio este encargo a los sacerdotes Sadoc y Ebiatar: 'Transmitan este mensaje a los ancianos de Judá: '¿Por que han de ser ustedes los últimos en reinstalar al rey en su casa?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 Sois mis hermanos, mi hueso y mi carne sois; entonces ¿por qué seréis vosotros los postreros en hacer volver al rey?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Llegaron al rey las palabras que se decían por todo Israel. Y el rey David mandó a decir a los sacerdotes Sadoc y Abiatar: 'Hablad así a los ancianos de Judá: '¿Por qué habéis de ser los últimos en hacer que vuelva el rey a su palacio?

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2 Samuel 19:12
9 Tagairtí Cros  

El hombre exclamó: ¡Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Su nombre será Hembra, porque la han sacado del Hombre.


Labán le dijo: Eres de mi carne y sangre. Jacob se quedó con él un mes.


Y los israelitas fueron al rey a decirle: ¿Por qué te han acaparado nuestros hermanos de Judá y han ayudado al rey, a su familia y a toda su gente a pasar el Jordán?


Pero todo Judá respondió a los de Israel: ¡Es que el rey es más pariente nuestro! ¿Por qué se molestan? Ni hemos comido nosotros a costa del rey ni hemos sacado provecho.


Todas las tribus de Israel fueron a Hebrón a decirle a David: Aquí nos tienes. Somos de la misma sangre.


Sadoc, hijo de Ajitob, y Abiatar, hijo de Ajimelec, sacerdotes; Sisa, cronista;


a ver si les entra envidia a los de mi raza y salvo a algunos.


porque somos miembros de su cuerpo.


Digan a los siquemitas: ¿Qué les conviene más, que los gobiernen setenta, es decir, todos los hijos de Yerubaal, o que los gobierne uno solo? Y no olviden que yo soy de su sangre.


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