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2 Reyes 8:6 - Nueva Biblia Española (1975)

6 El rey preguntó a la mujer, y ella le contó todo. Entonces el rey puso a su disposición un funcionario, al que ordenó: Haz que entreguen a esta mujer todas sus posesiones y la renta de las tierras desde el día que se marchó hasta hoy.

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Biblia Reina Valera 1960

6 Y preguntando el rey a la mujer, ella se lo contó. Entonces el rey ordenó a un oficial, al cual dijo: Hazle devolver todas las cosas que eran suyas, y todos los frutos de sus tierras desde el día que dejó el país hasta ahora.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 —¿Es cierto? —le preguntó el rey. Y ella le contó la historia. Entonces el rey dio instrucciones a uno de sus funcionarios para que la mujer recuperara todo lo que había perdido, incluso el valor de todos los cultivos que se habían cosechado durante su ausencia.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 El rey interrogó a la mujer y ésta le contó todos los detalles, después de lo cual el rey se la encargó a un servidor al que ordenó: 'Haz que devuelvan a esta mujer todo lo que le pertenece, como también las ganancias de su campo desde el día en que dejó este país hasta ahora'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Entonces el rey preguntó a la mujer, y ella le contó. Después el rey le asignó un oficial de la corte, diciendo: Restituye° todo lo que tenía, y todos los frutos cosechados del campo desde el día que dejó el país hasta ahora.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Preguntó el rey a la mujer, y ella se lo contó. Entonces el rey la encomendó a un eunuco diciéndole: 'Haz que se le devuelva todo lo que le pertenecía, con todas las rentas de sus tierras, desde el día en que abandonó el país hasta ahora'.

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2 Reyes 8:6
10 Tagairtí Cros  

Entretanto, los madianitas lo vendieron en Egipto a Putifar, ministro y jefe de la guardia del Faraón.


David le dijo: No temas, porque estoy decidido a favorecerte por amor a Jonatán, tu padre; te devolveré todas las tierras de tu abuelo, Saúl, y comerás siempre a mi mesa.


Y precisamente cuando Guejazí le estaba contando al rey cómo Eliseo había resucitado al niño muerto, la madre del niño entró para reclamar al rey su casa y su campo. Guejazí dijo al rey: Majestad, ésa es, y ése es el niño resucitado por Eliseo.


Eliseo marchó a Damasco. Benadad, rey de Siria, estaba enfermo, y le avisaron: Ha venido el profeta.


Jehú levantó la vista al balcón y preguntó: ¿Quién se pone de mi parte? ¿Quién? Se asomaron dos o tres eunucos,


David reunió en Jerusalén a todas las autoridades de Israel: a los jefes de las tribus y de las divisiones al servicio del rey, a los generales y oficiales, a los superintendentes de la hacienda y de -la ganadería real, a los cortesanos, a los campeones y a todos los hombres más capaces.


Cuando Dios aprueba la conducta de un hombre lo reconcilia con sus enemigos.


El corazón del rey es una acequia en manos de Dios: la dirige a donde quiere.


Si tu hermano no vive cerca o no lo conoces, recoge la res en tu corral, donde se quedará hasta que tu hermano venga a buscarla, y entonces se la devolverás.


El rey de los amonitas contestó a los emisarios de Jefté. Israel, cuando venía de Egipto, se apoderó de mi país, desde el Arnón hasta el Yaboc y el Jordán; así que ahora devuélvemelo por las buenas.


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