Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne

- Fógraí -





2 Pedro 2:17 - Nueva Biblia Española (1975)

17 Son fuentes agotadas, nubes arrastradas por la tormenta; las oscuras tinieblas los aguardan.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

17 Estos son fuentes sin agua, y nubes empujadas por la tormenta; para los cuales la más densa oscuridad está reservada para siempre.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Estos individuos son tan inútiles como manantiales secos o como la neblina que es llevada por el viento. Están condenados a la más negra oscuridad.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Son fuentes sin agua, nubes arrastradas por el huracán, que se convierten en densas tinieblas.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

17 Éstos son fuentes sin agua, nubes impulsadas por la tormenta, para los cuales está reservada la negrura de las tinieblas.°

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Éstos tales son fuentes sin agua, niebla empujada por el huracán. Para ellos está reservada la oscuridad de las tinieblas.

Féach an chaibidil Cóip




2 Pedro 2:17
11 Tagairtí Cros  

Los nobles envían a sus sirvientes por agua: van a las cisternas, no encuentran agua, se vuelven con los cántaros vacíos, se cubren desencantados la cabeza,


¿Qué haré de ti, Efraín: qué haré de ti, Judá? La lealtad de ustedes es nube mañanera, rocío que se evapora al alba.


Entonces el rey dijo a los servidores: Átenlo de pies y manos y arrójenlo afuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.


Y a ese empleado inútil échenlo afuera, a las tinieblas: allí será el llanto y el rechinar de dientes.


en cambio a los ciudadanos del reino los echarán afuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.


Así ya no seremos niños, sacudidos y a la deriva por cualquier ventolera de doctrina, a disposición de individuos tramposos, consumados en las argucias del error.


No se han acercado a un monte tangible y a un fuego ardiente, ni a espesos nubarrones y tormenta,


Dios no perdonó a los ángeles que pecaron; al contrario, los precipitó en las tenebrosas cárceles del infierno, guardándolos para el juicio.


y que a los ángeles que no se mantuvieron en su rango y abandonaron su propia morada los tiene guardados para el juicio del gran día, atados en las tinieblas con cadenas perpetuas.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí