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Proverbios 30:3 - Biblia Reina Valera 1909

3 Yo ni aprendí sabiduría, Ni conozco la ciencia del Santo.

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Biblia Reina Valera 1960

3 Yo ni aprendí sabiduría, Ni conozco la ciencia del Santo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 No he dominado la sabiduría humana ni conozco al Santo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 ¡sí, yo que no aprendí la sabiduría, pensé conocer la ciencia del Santo!

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 No he aprendido sabiduría, Ni comprendo la ciencia del Santo:°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Dios me enseñó la sabiduría, y aprendí la ciencia del Santo.

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Proverbios 30:3
15 Tagairtí Cros  

¿Quién subió al cielo, y descendió? ¿Quién encerró los vientos en sus puños? ¿Quién ató las aguas en un paño? ¿Quién afirmó todos los términos de la tierra? ¿Cuál es su nombre, y el nombre de su hijo, si sabes?


El temor de Jehová es el principio de la sabiduría; Y la ciencia de los santos es inteligencia.


Dejad el camino, apartaos de la senda, haced cesar de nuestra presencia al Santo de Israel.


Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados.


Engruesa el corazón de aqueste pueblo, y agrava sus oídos, y ciega sus ojos; porque no vea con sus ojos, ni oiga con sus oídos, ni su corazón entienda, ni se convierta, y haya para él sanidad.


Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos: toda la tierra está llena de su gloria.


Todas las cosas me son entregadas de mi Padre: y nadie conoció al Hijo, sino el Padre; ni al Padre conoció alguno, sino el Hijo, y aquel á quien el Hijo lo quisiere revelar.


Entonces, respondiendo Jesús, le dijo: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás; porque no te lo reveló carne ni sangre, mas mi Padre que está en los cielos.


Esta empero es la vida eterna: que te conozcan el solo Dios verdadero, y á Jesucristo, al cual has enviado.


¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán incomprensibles son sus juicios, é inescrutables sus caminos!


Y escribe al ángel de la iglesia en FILADELFIA: Estas cosas dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre:


Y los cuatro animales tenían cada uno por sí seis alas alrededor, y de dentro estaban llenos de ojos; y no tenían reposo día ni noche, diciendo: Santo, santo, santo el Señor Dios Todopoderoso, que era, y que es, y que ha de venir.


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