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Proverbios 24:2 - Biblia Reina Valera 1909

2 Porque su corazón piensa en robar, E iniquidad hablan sus labios.

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Biblia Reina Valera 1960

2 Porque su corazón piensa en robar, E iniquidad hablan sus labios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Pues en su corazón traman violencia y sus palabras siempre traen problemas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 porque sólo piensan en la violencia y no hablan más que de sus fechorías.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Porque su corazón trama violencia, Y sus labios hablan agravios.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 porque su corazón maquina violencias y sus labios profieren maldad.

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Proverbios 24:2
21 Tagairtí Cros  

Concibieron dolor, y parieron iniquidad; Y las entradas de ellos meditan engaño.


Llena está su boca de maldición, y de engaños y fraude: Debajo de su lengua, vejación y maldad.


Los cuales maquinan males en el corazón, Cada día urden contiendas.


No me arrebates á una con los malos, Y con los que hacen iniquidad: Los cuales hablan paz con sus prójimos, Y la maldad está en su corazón.


Iniquidad piensa sobre su cama; Está en camino no bueno, El mal no aborrece.


Y los que buscaban mi alma armaron lazos; Y los que procuraban mi mal hablaban iniquidades, Y meditaban fraudes todo el día.


He aquí ha tenido parto de iniquidad: Concibió trabajo, y parió mentira.


Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar, No consientas.


Al que piensa mal hacer Le llamarán hombre de malos pensamientos.


Perversidades hay en su corazón, anda pensando mal en todo tiempo; Enciende rencillas.


El corazón que maquina pensamientos inicuos, Los pies presurosos para correr al mal,


Por tanto el Santo de Israel dice así: Porque desechasteis esta palabra, y confiasteis en violencia y en iniquidad, y en ello os habéis apoyado;


No hay quien clame por la justicia, ni quien juzgue por la verdad: confían en vanidad, y hablan vanidades; conciben trabajo, y paren iniquidad.


Mas tus ojos y tu corazón no son sino á tu avaricia, y á derramar la sangre inocente, y á opresión, y á hacer agravio.


Para completar la maldad con sus manos, el príncipe demanda, y el juez juzga por recompensa; y el grande habla el antojo de su alma, y lo confirman.


Dijo: Oh, lleno de todo engaño y de toda maldad, hijo del diablo, enemigo de toda justicia, ¿no cesarás de trastornar los caminos rectos del Señor?


Mas entendiendo David que Saúl ideaba el mal contra él, dijo á Abiathar sacerdote: Trae el ephod.


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