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Oseas 4:3 - Biblia Reina Valera 1909

3 Por lo cual, se enlutará la tierra, y extenuaráse todo morador de ella, con las bestias del campo, y las aves del cielo: y aun los peces de la mar fallecerán.

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Biblia Reina Valera 1960

3 Por lo cual se enlutará la tierra, y se extenuará todo morador de ella, con las bestias del campo y las aves del cielo; y aun los peces del mar morirán.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Por eso la tierra está de luto y todos desfallecen. Hasta los animales salvajes y las aves de los cielos y los peces del mar desaparecen.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Por eso, todo el país está de duelo y están deprimidos sus habitantes. Y desaparecen hasta los animales salvajes, las aves del cielo y los peces del mar.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Por eso tendrá luto la tierra, Y todos los que la habitan desfallecerán, Juntamente con las bestias del campo° y las aves de los cielos,° Y hasta los peces del mar perecerán.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Por eso la tierra está seca, y todos sus habitantes desfallecen con los animales del campo y las aves del cielo; y aun los peces del mar desaparecen.

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Oseas 4:3
17 Tagairtí Cros  

Enlutóse, enfermó la tierra: el Líbano se avergonzó, y fué cortado: hase tornado Sarón como desierto; y Basán y Carmel fueron sacudidos.


¿Hasta cuándo estará desierta la tierra, y marchita la hierba de todo el campo? Por la maldad de los que en ella moran, faltaron los ganados, y las aves; porque dijeron: No verá él nuestras postrimerías.


Porque la tierra está llena de adúlteros: porque a causa del juramento la tierra está desierta; las cabañas del desierto se secaron; la carrera de ellos fué mala, y su fortaleza no derecha.


Miré, y no parecía hombre, y todas las aves del cielo se habían ido.


Sobre los montes levantaré lloro y lamentación, y llanto sobre las moradas del desierto; porque desolados fueron hasta no quedar quien pase, ni oyeron bramido de ganado: desde las aves del cielo y hasta las bestias de la tierra se trasportaron, y se fueron.


¿No los tengo de visitar sobre estas cosas? dice Jehová. ¿De tal gente no se vengará mi alma?


Que los peces de la mar, y las aves del cielo, y las bestias del campo, y toda serpiente que anda arrastrando sobre la tierra, y todos los hombres que están sobre la haz de la tierra, temblarán á mi presencia; y se arruinarán los montes, y los vallados caerán, y todo muro caerá á tierra.


¡Cuánto gimieron las bestias! ¡cuán turbados anduvieron los hatos de los bueyes, porque no tuvieron pastos! también fueron asolados los rebaños de las ovejas.


Y dijo: Jehová bramará desde Sión, y dará su voz desde Jerusalem; y las estancias de los pastores se enlutarán, y secaráse la cumbre del Carmelo.


Por tanto, así ha dicho Jehová Dios de los ejércitos, el Señor: En todas las plazas habrá llanto, y en todas las calles dirán, ¡Ay! ¡ay! y al labrador llamarán á lloro, y á endecha á los que endechar supieren.


¿No se ha de estremecer la tierra sobre esto? ¿y todo habitador de ella no llorará? y subirá toda como un río, y será arrojada, y hundiráse como el río de Egipto.


El amenaza a la mar, y la hace secar, y agosta todos los ríos: Basán fué destruído, y el Carmelo, y la flor del Líbano fué destruída.


Destruiré los hombres y las bestias; destruiré las aves del cielo, y los peces de la mar, y las piedras de tropiezo con los impíos; y talaré los hombres de sobre la haz de la tierra, dice Jehová.


Yo la saqué, dice Jehová de los ejércitos, y vendrá á la casa del ladrón, y á la casa del que jura falsamente en mi nombre; y permanecerá en medio de su casa, y consumirála, con sus enmaderamientos y sus piedras.


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