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Números 25:6 - Biblia Reina Valera 1909

6 Y he aquí un varón de los hijos de Israel vino y trajo una Madianita á sus hermanos, á ojos de Moisés y de toda la congregación de los hijos de Israel, llorando ellos á la puerta del tabernáculo del testimonio.

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Biblia Reina Valera 1960

6 Y he aquí un varón de los hijos de Israel vino y trajo una madianita a sus hermanos, a ojos de Moisés y de toda la congregación de los hijos de Israel, mientras lloraban ellos a la puerta del tabernáculo de reunión.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 En ese momento, mientras todos lloraban a la entrada del tabernáculo, un israelita llevó a una madianita a su carpa ante los ojos de Moisés y de todo el pueblo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Justo a ese momento, un israelita introducía en su tienda a una moabita, a la vista de Moisés y de toda la comunidad que lloraba a la entrada de la Tienda de las Citas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Y mientras ellos lloraban en la entrada de la Tienda de Reunión, he aquí un varón de los hijos de Israel venía trayendo una madianita a vista de Moisés y de toda la asamblea de los hijos de Israel.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Acaeció que vino un hombre de los israelitas e introdujo entre sus hermanos a la madianita, a la vista de Moisés y de toda la comunidad de los israelitas, mientras éstos lloraban a la entrada de la tienda del encuentro.

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Números 25:6
24 Tagairtí Cros  

Y como pasaban los Midianitas mercaderes, sacaron ellos á José de la cisterna, y trajéronle arriba, y le vendieron á los Ismaelitas por veinte piezas de plata. Y llevaron á José á Egipto.


Y levantáronse de Madián, y vinieron á Parán; y tomando consigo hombres de Parán, viniéronse á Egipto, á Faraón rey de Egipto, el cual le dió casa, y le señaló alimentos, y aun le dió tierra.


¿Quién se levantará por mí contra los malignos? ¿Quién estará por mí contra los que obran iniquidad?


Por tanto el Señor Jehová de los ejércitos llamó en este día á llanto y á endechas, a mesar y á vestir saco.


Por esta causa las aguas han sido detenidas, y faltó la lluvia de la tarde; y has tenido frente de mala mujer, ni quisiste tener vergüenza.


Y fué que, como Jehudí hubo leído tres ó cuatro planas, rasgólo con un cuchillo de escribanía, y echólo en el fuego que había en el brasero, hasta que todo el rollo se consumió sobre el fuego que en el brasero había.


¿Hanse avergonzado de haber hecho abominación? Por cierto no se han corrido de vergüenza, ni supieron avergonzarse; caerán por tanto entre los que cayeren, cuando los visitaré: caerán, dice Jehová.


Entre la entrada y el altar, lloren los sacerdotes, ministros de Jehová, y digan: Perdona, oh Jehová, á tu pueblo, y no pongas en oprobio tu heredad, para que las gentes se enseñoreen de ella. ¿Por qué han de decir entre los pueblos: Dónde está su Dios?


Entonces tomó Aarón el incensario, como Moisés dijo, y corrió en medio de la congregación: y he aquí que la mortandad había comenzado en el pueblo: y él puso perfume, é hizo expiación por el pueblo.


Y dijo Moab a los ancianos de Madián: Ahora lamerá esta gente todos nuestros contornos, como lame el buey la grama del campo. Y Balac, hijo de Zippor, era entonces rey de Moab.


Haz la venganza de los hijos de Israel sobre los Madianitas; después serás recogido á tus pueblos.


Fieras ondas de la mar, que espuman sus mismas abominaciones; estrellas erráticas, á las cuales es reservada eternalmente la oscuridad de las tinieblas.


Y como el ángel de Jehová habló estas palabras á todos los hijos de Israel, el pueblo lloró en alta voz.


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