Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne

- Fógraí -





Números 11:20 - Biblia Reina Valera 1909

20 Sino hasta un mes de tiempo, hasta que os salga por las narices, y os sea en aborrecimiento: por cuanto menospreciasteis á Jehová que está en medio de vosotros, y llorasteis delante de él, diciendo: ¿Para qué salimos acá de Egipto?

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

20 sino hasta un mes entero, hasta que os salga por las narices, y la aborrezcáis, por cuanto menospreciasteis a Jehová que está en medio de vosotros, y llorasteis delante de él, diciendo: ¿Para qué salimos acá de Egipto?

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

20 La comerán durante un mes entero, hasta que les produzca náuseas y estén hartos de tanta carne. Pues han rechazado al Señor que está aquí entre ustedes y han lloriqueado diciendo: ‘¿Por qué dejamos Egipto?’”.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

20 sino todo un mes, hasta que les salga por las narices y sientan asco de ella. Porque menospreciaron a Yavé que está en medio de ustedes cuando vinieron a llorar ante él, diciéndole: ¿Por qué salimos de Egipto?'

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

20 sino hasta un mes entero, hasta que os salga por las narices y os provoque náuseas, por cuanto despreciasteis a YHVH, que está en medio vosotros, y llorasteis delante de Él diciendo: ¿Por qué salimos de Egipto?

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 sino un mes entero: hasta que os salga por las narices y os dé asco, por haber menospreciado a Yahveh, que está en medio de vosotros, y por haberos lamentado ante él, diciendo: '¿Por qué hemos salido de Egipto?''.

Féach an chaibidil Cóip




Números 11:20
21 Tagairtí Cros  

Por lo cual ahora no se apartará jamás de tu casa la espada; por cuanto me menospreciaste, y tomaste la mujer de Uría Hetheo para que fuese tu mujer.


Y él les dió lo que pidieron; Mas envió flaqueza en sus almas.


Y venida la tarde subieron codornices que cubrieron el real; y á la mañana descendió rocío en derredor del real.


Y decíanles los hijos de Israel: Ojalá hubiéramos muerto por mano de Jehová en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos á las ollas de las carnes, cuando comíamos pan en hartura; pues nos habéis sacado á este desierto, para matar de hambre á toda esta multitud.


Y dijo Moisés: Jehová os dará á la tarde carne para comer, y á la mañana pan en hartura; por cuanto Jehová ha oído vuestras murmuraciones con que habéis murmurado contra él: que nosotros, ¿qué somos? vuestras murmuraciones no son contra nosotros, sino contra Jehová.


El alma harta huella el panal de miel; Mas al alma hambrienta todo lo amargo es dulce.


El hijo honra al padre, y el siervo á su señor: si pues soy yo padre, ¿qué es de mi honra? y si soy señor, ¿qué es de mi temor?, dice Jehová de los ejércitos á vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre?


¿De dónde tengo yo carne para dar á todo este pueblo? porque lloran á mí, diciendo: Danos carne que comamos.


No comeréis un día, ni dos días, ni cinco días, ni diez días, ni veinte días;


Entonces dijo Moisés: Seiscientos mil de á pie es el pueblo en medio del cual yo estoy; y tú dices: Les daré carne, y comerán el tiempo de un mes.


¿Y por qué nos trae Jehová á esta tierra para caer á cuchillo y que nuestras mujeres y nuestros chiquitos sean por presa? ¿no nos sería mejor volvernos á Egipto?


Y decían el uno al otro: Hagamos un capitán, y volvámonos á Egipto.


¿Es poco que nos hayas hecho venir de una tierra que destila leche y miel, para hacernos morir en el desierto, sino que también te enseñorees de nosotros imperiosamente?


¿Y por qué hiciste venir la congregación de Jehová á este desierto, para que muramos aquí nosotros y nuestras bestias?


Y habló el pueblo contra Dios y Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? que ni hay pan, ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano.


Mirad, oh menospreciadores, y entonteceos, y desvaneceos; Porque yo obro una obra en vuestros días, Obra que no creeréis, si alguien os la contare.


Así que, el que menosprecia, no menosprecia á hombre, sino á Dios, el cual también nos dió su Espíritu Santo.


Y dijo Josué á todo el pueblo: He aquí esta piedra será entre nosotros por testigo, la cual ha oído todas las palabras de Jehová que él ha hablado con nosotros: será, pues, testigo contra vosotros, porque no mintáis contra vuestro Dios.


Mas vosotros habéis desechado hoy á vuestro Dios, que os guarda de todas vuestras aflicciones y angustias, y dijisteis: No, sino pon rey sobre nosotros. Ahora pues, poneos delante de Jehová por vuestras tribus y por vuestros millares.


Por tanto, Jehová el Dios de Israel dice: Yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían delante de mí perpetuamente; mas ahora ha dicho Jehová: Nunca yo tal haga, porque yo honraré á los que me honran, y los que me tuvieren en poco, serán viles.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí