Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne

- Fógraí -





Mateo 5:44 - Biblia Reina Valera 1909

44 Mas yo os digo: Amad á vuestros enemigos, bendecid á los que os maldicen, haced bien á los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

44 Pero yo digo: ¡ama a tus enemigos! ¡Ora por los que te persiguen!

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

44 Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y recen por sus perseguidores,

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

44 pero Yo os digo: Amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen;°

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

44 Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen:

Féach an chaibidil Cóip




Mateo 5:44
21 Tagairtí Cros  

Y él le respondió: No los hieras; ¿herirías tú á los que tomaste cautivos con tu espada y con tu arco? Pon delante de ellos pan y agua, para que coman y beban, y se vuelvan á sus señores.


Si dí mal pago al pacífico conmigo, (Hasta he libertado al que sin causa era mi enemigo;)


La cordura del hombre detiene su furor; Y su honra es disimular la ofensa.


Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y partiendo sus vestidos, echaron suertes.


Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos á otros: como os he amado, que también os améis los unos á los otros.


Mas Pablo clamó á gran voz, diciendo: No te hagas ningún mal; que todos estamos aquí.


Y puesto de rodillas, clamó á gran voz: Señor, no les imputes este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió.


Bendecid á los que os persiguen: bendecid y no maldigáis.


Mirad que ninguno dé á otro mal por mal; antes seguid lo bueno siempre los unos para con los otros, y para con todos.


Quien cuando le maldecían no retornaba maldición: cuando padecía, no amenazaba, sino remitía la causa al que juzga justamente:


No volviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino antes por el contrario, bendiciendo; sabiendo que vosotros sois llamados para que poseáis bendición en herencia.


Y aconteció que, como David acabó de decir estas palabras á Saúl, Saúl dijo: ¿No es esta la voz tuya, hijo mío David? Y alzando Saúl su voz lloró.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí