Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne

- Fógraí -





Lucas 8:44 - Biblia Reina Valera 1909

44 Llegándose por las espaldas, tocó el borde de su vestido; y luego se estancó el flujo de su sangre.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

44 se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; y al instante se detuvo el flujo de su sangre.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

44 Acercándose a Jesús por detrás, le tocó el fleco de la túnica. Al instante, la hemorragia se detuvo.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

44 se acercó por detrás y tocó el fleco de su manto. Al instante se le detuvo el derrame.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

44 acercándose por detrás, se agarró del borde de su manto; y al instante el flujo de su sangre se detuvo.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

44 acercándose por detrás, le tocó el borde del manto, e inmediatamente cesó su flujo de sangre.

Féach an chaibidil Cóip




Lucas 8:44
15 Tagairtí Cros  

Y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, é hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído á sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié á los Egipcios te enviaré á ti; porque yo soy Jehová tu Sanador.


Mas á vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salud: y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada.


Entonces Jesús, teniendo misericordia de ellos, les tocó los ojos, y luego sus ojos recibieron la vista; y le siguieron.


Y extendiendo Jesús su mano, le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y luego su lepra fué limpiada.


Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre doce años había, llegándose por detrás, tocó la franja de su vestido:


Y donde quiera que entraba, en aldeas, ó ciudades, ó heredades, ponían en las calles á los que estaban enfermos, y le rogaban que tocasen siquiera el borde de su vestido; y todos los que le tocaban quedaban sanos.


Y puso las manos sobre ella; y luego se enderezó, y glorificaba á Dios.


Y estando detrás á sus pies, comenzó llorando á regar con lágrimas sus pies, y los limpiaba con los cabellos de su cabeza; y besaba sus pies, y los ungía con el ungüento.


Y una mujer, que tenía flujo de sangre hacía ya doce años, la cual había gastado en médicos toda su hacienda, y por ninguno había podido ser curada,


Entonces Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha tocado? Y negando todos, dijo Pedro y los que estaban con él: Maestro, la compañía te aprieta y oprime, y dices: ¿Quién es el que me ha tocado?


Y el que había sido sanado, no sabía quién fuese; porque Jesús se había apartado de la gente que estaba en aquel lugar.


De tal manera que aun se llevaban sobre los enfermos los sudarios y los pañuelos de su cuerpo, y las enfermedades se iban de ellos, y los malos espíritus salían de ellos.


Tanto que echaban los enfermos por las calles, y los ponían en camas y en lechos, para que viniendo Pedro, á lo menos su sombra tocase á alguno de ellos.


Hacerte has flecos en los cuatro cabos de tu manto con que te cubrieres.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí