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Lucas 18:9 - Biblia Reina Valera 1909

9 Y dijo también á unos que confiaban de sí como justos, y menospreciaban á los otros, esta parábola:

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Biblia Reina Valera 1960

9 A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola:

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Luego Jesús contó la siguiente historia a algunos que tenían mucha confianza en su propia rectitud y despreciaban a los demás:

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Jesús dijo esta parábola por algunos que estaban convencidos de ser justos y despreciaban a los demás.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 A unos que confiaban° en sí mismos como justos y menospreciaban° a los demás, les propuso esta parábola:

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 A algunos que presumían de ser justos y menospreciaban a los demás les dijo esta parábola:

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Lucas 18:9
22 Tagairtí Cros  

Hay generación limpia en su opinión, Si bien no se ha limpiado su inmundicia.


Que dicen: Estáte en tu lugar, no te llegues á mí, que soy más santo que tú: éstos son humo en mi furor, fuego que arde todo el día.


Oid palabra de Jehová, vosotros los que tembláis á su palabra: Vuestros hermanos los que os aborrecen, y os niegan por causa de mi nombre, dijeron: Glorifíquese Jehová. Mas él se mostrará con alegría vuestra, y ellos serán confundidos.


Y al séptimo día el sacerdote mirará la llaga: y si la tiña no pareciere haberse extendido, ni hubiere en ella pelo rubio, ni pareciere la tiña más profunda que la tez,


Mas él, queriéndose justificar á sí mismo, dijo á Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?


Y murmuraban los Fariseos y los escribas, diciendo: Este á los pecadores recibe, y con ellos come.


Y díjoles: Vosotros sois los que os justificáis á vosotros mismos delante de los hombres; mas Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación.


El Fariseo, en pie, oraba consigo de esta manera: Dios, te doy gracias, que no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano;


Y viendo esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado á posar con un hombre pecador.


Y como vió esto el Fariseo que le había convidado, habló entre sí, diciendo: Este, si fuera profeta, conocería quién y cuál es la mujer que le toca, que es pecadora.


Respondieron entonces los Judíos, y dijéronle: ¿No decimos bien nosotros, que tú eres Samaritano, y tienes demonio?


Y le ultrajaron, y dijeron: Tú eres su discípulo; pero nosotros discípulos de Moisés somos.


Respondieron, y dijéronle: En pecados eres nacido todo, ¿y tú nos enseñas? Y echáronle fuera.


Y me dijo: Ve, porque yo te tengo que enviar lejos á los Gentiles.


Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado á la justicia de Dios.


Mas tú ¿por qué juzgas á tu hermano? ó tú también, ¿por qué menosprecias á tu hermano? porque todos hemos de estar ante el tribunal de Cristo.


El que come, no menosprecie al que no come: y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha levantado.


Así que, yo sin la ley vivía por algún tiempo: mas venido el mandamiento, el pecado revivió, y yo morí.


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