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Lucas 18:23 - Biblia Reina Valera 1909

23 Entonces él, oídas estas cosas, se puso muy triste, porque era muy rico.

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Biblia Reina Valera 1960

23 Entonces él, oyendo esto, se puso muy triste, porque era muy rico.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

23 Cuando el hombre oyó esto, se puso triste porque era muy rico.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

23 Ante tal respuesta, el hombre se puso triste, pues era muy rico.

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La Biblia Textual 3a Edicion

23 Cuando él oyó estas cosas, se puso muy triste, porque era rico en gran manera.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 Pero cuando oyó esto se puso muy triste, pues era extremadamente rico.

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Lucas 18:23
15 Tagairtí Cros  

Y vendrán á ti como viene el pueblo, y se estarán delante de ti como mi pueblo, y oirán tus palabras, y no las pondrán por obra: antes hacen halagos con sus bocas, y el corazón de ellos anda en pos de su avaricia.


Y oyendo el mancebo esta palabra, se fué triste, porque tenía muchas posesiones.


Mas él, entristecido por esta palabra, se fué triste, porque tenía muchas posesiones.


Y díjoles: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.


Y Jesús, oído esto, le dijo: Aun te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y da á los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.


Y viendo Jesús que se había entristecido mucho, dijo: ¡Cuán dificultosamente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!


Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy á los pobres; y si en algo he defraudado á alguno, lo vuelvo con el cuatro tanto.


Y mirad por vosotros, que vuestros corazones no sean cargados de glotonería y embriaguez, y de los cuidados de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día.


Y la que cayó entre las espinas, éstos son los que oyeron; mas yéndose, son ahogados de los cuidados y de las riquezas y de los pasatiempos de la vida, y no llevan fruto.


Porque sabéis esto, que ningún fornicario, ó inmundo, ó avaro, que es servidor de ídolos, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios.


Y ciertamente, aun reputo todas las cosas pérdida por el eminente conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y téngolo por estiércol, para ganar á Cristo,


Amortiguad, pues, vuestros miembros que están sobre la tierra: fornicación, inmundicia, molicie, mala concupiscencia, y avaricia, que es idolatría:


No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.


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