Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne

- Fógraí -





Lucas 10:34 - Biblia Reina Valera 1909

34 Y llegándose, vendó sus heridas, echándo les aceite y vino; y poniéndole sobre su cabalgadura, llevóle al mesón, y cuidó de él.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

34 y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

34 Se le acercó y le alivió las heridas con vino y aceite de oliva, y se las vendó. Luego subió al hombre en su propio burro y lo llevó hasta un alojamiento, donde cuidó de él.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

34 Se acercó, curó sus heridas con aceite y vino y se las vendó; después lo montó sobre el animal que traía, lo condujo a una posada y se encargó de cuidarlo.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

34 y allegándose, vendó sus heridas derramando aceite y vino, y poniéndolo sobre su propia cabalgadura, lo llevó a un mesón, y cuidó de él.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

34 se acercó a él, le vendó las heridas después de habérselas ungido con aceite y vino, lo montó en su propia cabalgadura, lo llevó a la posada y se ocupó de cuidarlo.

Féach an chaibidil Cóip




Lucas 10:34
14 Tagairtí Cros  

Y abriendo uno de ellos su saco para dar de comer á su asno en el mesón, vió su dinero que estaba en la boca de su costal.


El sana á los quebrantados de corazón, Y liga sus heridas.


Y aconteció en el camino, que en una posada le salió al encuentro Jehová, y quiso matarlo.


Esta ha hecho lo que podía; porque se ha anticipado á ungir mi cuerpo para la sepultura.


Mas un Samaritano que transitaba, viniendo cerca de él, y viéndole, fué movido á misericordia;


Y otro día al partir, sacó dos denarios, y diólos al huésped, y le dijo: Cuídamele; y todo lo que de más gastares, yo cuando vuelva te lo pagaré.


Y parió á su hijo primogénito, y le envolvió en pañales, y acostóle en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.


Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber: que haciendo esto, ascuas de fuego amontonas sobre su cabeza.


Mirad que ninguno dé á otro mal por mal; antes seguid lo bueno siempre los unos para con los otros, y para con todos.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí