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Levítico 14:7 - Biblia Reina Valera 1909

7 Y rociará siete veces sobre el que se purifica de la lepra, y le dará por limpio; y soltará la avecilla viva sobre la haz del campo.

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Biblia Reina Valera 1960

7 y rociará siete veces sobre el que se purifica de la lepra, y le declarará limpio; y soltará la avecilla viva en el campo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Luego el sacerdote rociará la sangre del ave muerta siete veces sobre la persona que está siendo purificada de la enfermedad cutánea. Después de purificar a la persona, el sacerdote soltará el ave viva en el campo abierto.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Rociará siete veces al que ha de ser purificado de la lepra, y tras declararlo puro, soltará en el campo el pájaro vivo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 y rociará siete veces sobre el que se purifica de la lepra y lo declarará limpio. Luego dejará ir a la avecilla viva sobre la faz del campo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 rociará siete veces al que ha de purificarse de la lepra, lo declarará puro y soltará el ave viva en pleno campo.

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Levítico 14:7
29 Tagairtí Cros  

Entonces Eliseo le envió un mensajero, diciendo: Ve, y lávate siete veces en el Jordán, y tu carne se te restaurará, y serás limpio.


El entonces descendió, y zambullóse siete veces en el Jordán, conforme á la palabra del varón de Dios: y su carne se volvió como la carne de un niño, y fué limpio.


Lávame más y más de mi maldad, Y límpiame de mi pecado.


Purifícame con hisopo, y será limpio: Lávame, y seré emblanquecido más que la nieve.


Empero él rociará muchas gentes: los reyes cerrarán sobre él sus bocas; porque verán lo que nunca les fué contado, y entenderán lo que jamás habían oído.


Y esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré.


Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para acabar la prevaricación, y concluir el pecado, y expiar la iniquidad; y para traer la justicia de los siglos, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos.


Entonces el sacerdote le reconocerá; y si la lepra hubiere cubierto toda su carne, dará por limpio al llagado: hase vuelto toda ella blanca; y él es limpio.


Y el sacerdote mirará, y si la llaga se hubiere vuelto blanca, el sacerdote dará por limpio al que tenía la llaga, y será limpio.


Y tomará el palo de cedro, y el hisopo, y la grana, y la avecilla viva, y mojarálo en la sangre de la avecilla muerta y en las aguas vivas, y rociará la casa siete veces:


Tomará luego de la sangre del becerro, y rociará con su dedo hacia la cubierta al lado oriental: hacia la cubierta esparcirá siete veces de aquella sangre con su dedo.


Y esparcirá sobre él de la sangre con su dedo siete veces, y lo limpiará, y lo santificará de las inmundicias de los hijos de Israel.


Y aquel macho cabrío llevará sobre sí todas las iniquidades de ellos á tierra inhabitada: y dejará ir el macho cabrío por el desierto.


Y mojará el sacerdote su dedo en la misma sangre, y rociará siete veces delante de Jehová hacia el velo.


Y mojará el sacerdote su dedo en la sangre, y rociará de aquella sangre siete veces delante de Jehová, hacia el velo del santuario.


Y roció de él sobre el altar siete veces, y ungió el altar y todos sus vasos, y la fuente y su basa, para santificarlos.


El tornará, él tendrá misericordia de nosotros; él sujetará nuestras iniquidades, y echará en los profundos de la mar todos nuestros pecados.


Este se purificará al tercer día con aquesta agua, y al séptimo día será limpio; y si al tercer día no se purificare, no será limpio al séptimo día.


Empero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y luego salió sangre y agua.


Lleguémonos con corazón verdadero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua limpia.


Y á Jesús el Mediador del nuevo testamento, y á la sangre del esparcimiento que habla mejor que la de Abel.


Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y la ceniza de la becerra, rociada á los inmundos, santifica para la purificación de la carne,


Porque habiendo leído Moisés todos los mandamientos de la ley á todo el pueblo, tomando la sangre de los becerros y de los machos cabríos, con agua, y lana de grana, é hisopo, roció al mismo libro, y también á todo el pueblo,


Y además de esto roció también con la sangre el tabernáculo y todos los vasos del ministerio.


De otra manera fuera necesario que hubiera padecido muchas veces desde el principio del mundo: mas ahora una vez en la consumación de los siglos, para deshacimiento del pecado se presentó por el sacrificio de sí mismo.


Elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sea multiplicada.


Este es Jesucristo, que vino por agua y sangre: no por agua solamente, sino por agua y sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio: porque el Espírtiu es la verdad.


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