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Juan 6:37 - Biblia Reina Valera 1909

37 Todo lo que el Padre me da, vendrá á mí; y al que á mí viene, no le hecho fuera.

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Biblia Reina Valera 1960

37 Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

37 Sin embargo, los que el Padre me ha dado vendrán a mí, y jamás los rechazaré.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

37 Todo lo que el Padre me ha dado vendrá a mí, y yo no rechazaré al que venga a mí,

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La Biblia Textual 3a Edicion

37 Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, de ningún modo° lo echo fuera,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

37 Todo lo que el Padre me da vendrá a mí; y al que viene a mí no lo echaré fuera.

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Juan 6:37
30 Tagairtí Cros  

Habrá mirado á la oración de los solitarios, Y no habrá desechado el ruego de ellos.


Tu pueblo serálo de buena voluntad en el día de tu poder, En la hermosura de la santidad: desde el seno de la aurora, Tienes tú el rocío de tu juventud.


Porque te tomé de los extremos de la tierra, y de sus principales te llamé, y te dije: Mi siervo eres tú; te escogí, y no te deseché.


No quebrará la caña cascada, ni apagará el pábilo que humeare: sacará el juicio á verdad.


Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos; y vuélvase á Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.


Venid á mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar.


Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y darán señales grandes y prodigios; de tal manera que engañarán, si es posible, aun á los escogidos.


Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo á ti vengo. Padre santo, á los que me has dado, guárdalos por tu nombre, para que sean una cosa, como también nosotros.


Como le has dado la potestad de toda carne, para que dé vida eterna á todos los que le diste.


Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, ellos estén también conmigo; para que vean mi gloria que me has dado: por cuanto me has amado desde antes de la constitución del mundo.


He manifestado tu nombre á los hombres que del mundo me diste: tuyos eran, y me los diste, y guardaron tu palabra.


Y esta es la voluntad del que me envió, del Padre: Que todo lo que me diere, no pierda de ello, sino que lo resucite en el día postrero.


Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir á mí, si no le fuere dado del Padre.


Respondieron, y dijéronle: En pecados eres nacido todo, ¿y tú nos enseñas? Y echáronle fuera.


La ley empero entró para que el pecado creciese; mas cuando el pecado creció, sobrepujó la gracia;


Porque á vosotros es concedido por Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él,


Mas por esto fuí recibido á misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habían de creer en él para vida eterna.


Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor á los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo.


Porque no tenemos un Pontífice que no se pueda compadecer de nuestras flaquezas; mas tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.


Por lo cual puede también salvar eternamente á los que por él se allegan á Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.


Salieron de nosotros, mas no eran de nosotros; porque si fueran de nosotros, hubieran cierto permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que todos no son de nosotros.


Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga: y el que quiere, tome del agua de la vida de balde.


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