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Juan 3:34 - Biblia Reina Valera 1909

34 Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla: porque no da Dios el Espíritu por medida.

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Biblia Reina Valera 1960

34 Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla; pues Dios no da el Espíritu por medida.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

34 Pues él es enviado por Dios y habla las palabras de Dios, porque Dios le da el Espíritu sin límites.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

34 Aquel que Dios ha enviado habla las palabras de Dios, y Dios le da el Espíritu sin medida.

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La Biblia Textual 3a Edicion

34 Pues el que Dios envió, habla las palabras de Dios, porque Dios no da el Espíritu por medida.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

34 Porque aquel a quien Dios envió habla las palabras de Dios; pues no da el Espíritu con cicatería.

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Juan 3:34
29 Tagairtí Cros  

Y como hubieron pasado, Elías dijo á Eliseo: Pide lo que quieres que haga por ti, antes que sea quitado de contigo. Y dijo Eliseo: Ruégote que las dos partes de tu espíritu sean sobre mí.


Amaste la justicia y aborreciste la maldad: Por tanto te ungió Dios, el Dios tuyo, Con óleo de gozo sobre tus compañeros.


Y este será mi pacto con ellos, dijo Jehová: El espíritu mío que está sobre ti, y mis palabras que puse en tu boca, no faltarán de tu boca, ni de la boca de tu simiente, ni de la boca de la simiente de tu simiente, dijo Jehová, desde ahora y para siempre.


Esta es por la unción de Aarón y la unción de sus hijos, la parte de ellos en las ofrendas encendidas á Jehová, desde el día que él los allegó para ser sacerdotes de Jehová:


Entonces Jehová descendió en la nube, y hablóle; y tomó del espíritu que estaba en él, y púsolo en los setenta varones ancianos; y fué que, cuando posó sobre ellos el espíritu, profetizaron, y no cesaron.


He aquí mi siervo, al cual he escogido; Mi Amado, en el cual se agrada mi alma: Pondré mi Espíritu sobre él Y á los Gentiles anunciará juicio.


El Espíritu del Señor es sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas á los pobres: Me ha enviado para sanar á los quebrantados de corazón; Para pregonar á los cautivos libertad, Y á los ciegos vista; Para poner en libertad á los quebrantados:


Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia por gracia.


Empero cuando viniere el Consolador, el cual yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio de mí.


Empero yo os digo la verdad: Os es necesario que yo vaya: porque si yo no fuese, el Consolador no vendría á vosotros; mas si yo fuere, os le enviaré.


Porque no envió Dios a su Hijo al mundo, para que condene al mundo, mas para que el mundo sea salvo por él.


Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así dió también al Hijo que tuviese vida en sí mismo:


Respondióles Jesús, y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquél que me envió.


Empero ahora procuráis matarme, hombre que os he hablado la verdad, la cual he oído de Dios: no hizo esto Abraham.


El que es de Dios, las palabras de Dios oye: por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios.


Hasta el día en que, habiendo dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que escogió, fué recibido arriba;


Cuanto á Jesús de Nazaret; cómo le ungió Dios de Espíritu Santo y de potencia; el cual anduvo haciendo bienes, y sanando á todos los oprimidos del diablo; porque Dios era con él.


Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.


A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, es dada esta gracia de anunciar entre los Gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo,


Por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud,


Porque en él habita toda la plenitud de la divinidad corporalmente:


Y díjome: Hecho es. Yo soy Alpha y Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré de la fuente del agua de vida gratuitamente.


DESPUÉS me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero.


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