Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne

- Fógraí -





Juan 16:32 - Biblia Reina Valera 1909

32 He aquí, la hora viene, y ha venido, que seréis esparcidos cada uno por su parte, y me dejaréis solo: mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

32 He aquí la hora viene, y ha venido ya, en que seréis esparcidos cada uno por su lado, y me dejaréis solo; mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

32 Pero se acerca el tiempo —de hecho, ya ha llegado— cuando ustedes serán dispersados, cada uno se irá por su lado y me dejarán solo. Sin embargo, no estoy solo, porque el Padre está conmigo.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

32 Está llegando la hora, y ya ha llegado, en que se dispersarán cada uno por su lado y me dejarán solo. Aunque no estoy solo, pues el Padre está conmigo.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

32 He aquí viene una hora, y ha llegado, en que seáis esparcidos cada uno por su lado y me dejéis solo; aunque no estoy solo, porque el Padre está conmigo.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

32 Mirad: llega la hora -o mejor: ya ha llegado- en que seréis dispersados cada uno por su lado y me dejaréis solo; aunque no estoy solo, porque el Padre está conmigo.

Féach an chaibidil Cóip




Juan 16:32
22 Tagairtí Cros  

Levántate, oh espada, sobre el pastor, y sobre el hombre compañero mío, dice Jehová de los ejércitos. Hiere al pastor, y se derramarán las ovejas: mas tornaré mi mano sobre los chiquitos.


Entonces Jesús les dice: Todos vosotros seréis escandalizados en mí esta noche; porque escrito está: Heriré al Pastor, y las ovejas de la manada serán dispersas.


Mas todo esto se hace, para que se cumplan las Escrituras de los profetas. Entonces todos los discípulos huyeron, dejándole.


Jesús entonces les dice: Todos seréis escandalizados en mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y serán derramadas las ovejas.


Entonces dejándole todos sus discípulos, huyeron.


Entonces Jesús les respondió, diciendo: La hora viene en que el Hijo del hombre ha de ser glorificado.


Os echarán de las sinagogas; y aun viene la hora, cuando cualquiera que os matare, pensará que hace servició á Dios.


Estas cosas os he hablado en proverbios: la hora viene cuando ya no os hablaré por proverbios, pero claramente os anunciaré del Padre.


Respondióles Jesús: ¿Ahora creéis?


Después dice al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió consigo.


Y volvieron los discípulos á los suyos.


Dícele Jesús: Mujer, créeme, que la hora viene, cuando ni en este monte, ni en Jerusalem adoraréis al Padre.


Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que adoren.


De cierto, de cierto os digo: Vendrá hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios: y los que oyeren vivirán.


No os maravilléis de esto; porque vendrá hora, cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz;


Y si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy solo, sino yo y el que me envió, el Padre.


Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre; porque yo, lo que á él agrada, hago siempre.


Y abrazándonos los unos á los otros, subimos al barco, y ellos se volvieron á sus casas.


Y SAULO consentía en su muerte. Y en aquel día se hizo una grande persecución en la iglesia que estaba en Jerusalem; y todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí