Juan 11:32 - Biblia Reina Valera 1909

³² Mas María, como vino donde estaba Jesús, viéndole, derribóse á sus pies, diciéndole: Señor, si hubieras estado aquí, no fuera muerto mi hermano.

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Biblia Reina Valera 1960

³² María, cuando llegó a donde estaba Jesús, al verle, se postró a sus pies, diciéndole: Señor, si hubieses estado aquí, no habría muerto mi hermano.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³² Cuando María llegó y vio a Jesús, cayó a sus pies y dijo: —Señor, si tan solo hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³² Al llegar María a donde estaba Jesús, en cuanto lo vio, cayó a sus pies y le dijo: 'Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.

La Biblia Textual 3a Edicion

³² Cuando Miriam llegó adonde estaba Jesús, al verlo cayó a sus pies, y le dijo: ¡Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano!

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³² Cuando llegó María a donde estaba Jesús y lo vio, se arrojó a sus pies, diciéndole: 'Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano'.

Juan 11:32 Tagairtí Cros

Lucas 17:16

Y derribóse sobre el rostro á sus pies, dándole gracias: y éste era Samaritano.

Lucas 5:8

Lo cual viendo Simón Pedro, se derribó de rodillas á Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador.

Lucas 8:41

Y he aquí un varón, llamado Jairo, y que era príncipe de la sinagoga, vino, y cayendo á los pies de Jesús, le rogaba que entrase en su casa;

Juan 11:2

(Y María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, era la que ungió al Señor con ungüento, y limpió sus pies con sus cabellos)

Juan 11:21

Y Marta dijo á Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no fuera muerto;

Juan 11:37

Y algunos de ellos dijeron: ¿No podía éste que abrió los ojos al ciego, hacer que éste no muriera?

Juan 4:49

El del rey le dijo: Señor, desciende antes que mi hijo muera.

Apocalipsis 22:8

Yo Juan soy el que ha oído y visto estas cosas. Y después que hube oído y visto, me postré para adorar delante de los pies del ángel que me mostraba estas cosas.

Apocalipsis 5:14

Y los cuatro animales decían: Amén. Y los veinticuatro ancianos cayeron sobre sus rostros, y adoraron al que vive para siempre jamás.

Apocalipsis 5:8

Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro animales y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero, teniendo cada uno arpas, y copas de oro llenas de perfumes, que son las oraciones de los santos: