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Jeremías 30:12 - Biblia Reina Valera 1909

12 Porque así ha dicho Jehová: Desahuciado es tu quebrantamiento, y dificultosa tu llaga.

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Biblia Reina Valera 1960

12 Porque así ha dicho Jehová: Incurable es tu quebrantamiento, y dolorosa tu llaga.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 Esto dice el Señor: «Tu lesión es incurable, una herida terrible.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Así continúa Yavé: Tu herida es incurable, es una llaga dolorosa.

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 Así dice YHVH: Tu llaga es incurable, Y dolorosa es tu herida;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Porque así dice Yahveh: Incurable era tu herida, desahuciada tu llaga.

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Jeremías 30:12
13 Tagairtí Cros  

Mas ellos hacían escarnio de los mensajeros de Dios, y menospreciaban sus palabras, burlándose de sus profetas, hasta que subió el furor de Jehová contra su pueblo, y que no hubo remedio.


Decirles has, pues, esta palabra: Córranse mis ojos en lágrimas noche y día, y no cesen; porque de gran quebrantamiento es quebrantada la virgen hija de mi pueblo, de plaga muy recia.


¿Has desechado enteramente á Judá? ¿ha aborrecido tu alma á Sión? ¿Por qué nos hiciste herir sin que nos quede cura? Esperamos paz, y no hubo bien; tiempo de cura, y he aquí turbación.


¿Por qué fué perpetuo mi dolor, y mi herida desahuciada no admitió cura? ¿Serás para mí como cosa ilusoria, como aguas que no son estables?


¿Por qué gritas á causa de tu quebrantamiento? Desahuciado es tu dolor: porque por la grandeza de tu iniquidad, y por tus muchos pecados te he hecho esto.


Como la fuente nunca cesa de manar sus aguas, así nunca cesa de manar su malicia; injusticia y robo se oye en ella; continuamente en mi presencia, enfermedad y herida.


¿No hay bálsamo en Galaad? ¿no hay allí médico? ¿Por qué pues no hubo medicina para la hija de mi pueblo?


¿Qué testigo te traeré, ó a quién te haré semejante, hija de Jerusalem? ¿A quién te compararé para consolarte, oh virgen hija de Sión? Porque grande es tu quebrantamiento como la mar: ¿quién te medicinará?


Díjome luego: Hijo del hombre, todos estos huesos son la casa de Israel. He aquí, ellos dicen: Nuestros huesos se secaron, y pereció nuestra esperanza, y somos del todo talados.


Y verá Ephraim su enfermedad, y Judá su llaga: irá entonces Ephraim al Assur, y enviará al rey Jareb; mas él no os podrá sanar, ni os curará la llaga.


Porque su llaga es dolorosa, que llegó hasta Judá; llegó hasta la puerta de mi pueblo, hasta Jerusalem.


No hay cura para tu quebradura; tu herida se encrudeció: todos los que oyeron tu fama, batirán las manos sobre ti, porque ¿sobre quién no pasó continuamente tu malicia?


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