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Jeremías 29:8 - Biblia Reina Valera 1909

8 Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: No os engañen vuestros profetas que están entre vosotros, ni vuestros adivinos; ni miréis á vuestros sueños que soñáis.

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Biblia Reina Valera 1960

8 Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: No os engañen vuestros profetas que están entre vosotros, ni vuestros adivinos; ni atendáis a los sueños que soñáis.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 »Esto dice el Señor de los Ejércitos Celestiales, Dios de Israel: “No permitan que los engañen los profetas y los adivinos que están entre ustedes en la tierra de Babilonia. No presten atención a sus sueños,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 No se dejen engañar por los profetas, ni por los adivinos que hay entre ustedes, ni crean en sus sueños, fruto de su imaginación.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Así dice YHVH Sebaot, Dios de Israel: No os engañen vuestros profetas y adivinos que viven entre vosotros, ni atendáis a los sueños que vosotros mismos soñáis.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Pues así dice Yahveh Sebaot, Dios de Israel: que no os engañen los profetas que están entre vosotros, ni vuestros adivinos, ni escuchéis los sueños que sueñan.

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Jeremías 29:8
36 Tagairtí Cros  

Díjome entonces Jehová: Falso profetizan los profetas en mi nombre: no los envié, ni les mandé, ni les hablé: visión mentirosa, y adivinación, y vanidad, y engaño de su corazón os profetizan.


Así ha dicho Jehová de los ejércitos: No escuchéis las palabras de los profetas que os profetizan: os hacen desvanecer; hablan visión de su corazón, no de la boca de Jehová.


No envié yo aquellos profetas, y ellos corrían: yo no les hablé, y ellos profetizaban.


Yo he oído lo que aquellos profetas dijeron, profetizando mentira en mi nombre, diciendo: Soñé, soñé.


¿No piensan como hacen á mi pueblo olvidarse de mi nombre con sus sueños que cada uno cuenta á su compañero, al modo que sus padres se olvidaron de mi nombre por Baal?


Y vosotros no prestéis oído á vuestros profetas, ni á vuestros adivinos, ni á vuestros sueños, ni á vuestros agoreros, ni á vuestros encantadores, que os hablan diciendo: No serviréis al rey de Babilonia.


Entonces dijo el profeta Jeremías á Hananías profeta: Ahora oye, Hananías; Jehová no te envió, y tú has hecho confiar á este pueblo en mentira.


Y ESTAS son las palabras de la carta que Jeremías profeta envió de Jerusalem á los ancianos que habían quedado de los trasportados, y á los sacerdotes y profetas, y á todo el pueblo que Nabucodonosor llevó cautivo de Jerusalem á Babilonia:


Mas habéis dicho: Jehová nos ha suscitado profetas en Babilonia.


Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, acerca de Achâb hijo de Colías, y acerca de Sedechîas hijo de Maasías, quienes os profetizan en mi nombre falsamente: He aquí los entrego yo en mano de Nabucodonosor rey de Babilonia, y él los herirá delante de vuestros ojos;


Porque hicieron maldad en Israel, y cometieron adulterio con las mujeres de sus prójimos, y falsamente hablaron en mi nombre palabra que no les mandé; lo cual yo sé, y soy testigo, dice Jehová.


Así ha dicho Jehová: No engañéis vuestras almas, diciendo: Sin duda los Caldeos se han ido de nosotros: porque no se irán.


Los profetas profetizaron mentira, y los sacerdotes dirigían por manos de ellos; y mi pueblo así lo quiso. ¿Qué pues haréis á su fin?


Tus profetas vieron para ti vanidad y locura; Y no descubrieron tu pecado para estorbar tu cautiverio, Sino que te predicaron vanas profecías y extravíos.


Vieron vanidad y adivinación de mentira. Dicen: Ha dicho Jehová; y Jehová no los envió: y hacen esperar que se confirme la palabra.


Si hubiere alguno que ande con el viento, y finja mentiras diciendo: Yo te profetizaré de vino y de sidra; este tal será profeta á este pueblo.


Y será en aquel tiempo, que todos los profetas se avergonzarán de su visión cuando profetizaren; ni nunca más se vestirán de manto velloso para mentir.


Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y darán señales grandes y prodigios; de tal manera que engañarán, si es posible, aun á los escogidos.


El entonces dijo: Mirad, no seáis engañados; porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy; y, el tiempo está cerca: por tanto, no vayáis en pos de ellos.


¡Ay de vosotros, cuando todos los hombres dijeren bien de vosotros! porque así hacían sus padres á los falsos profetas.


Porque los tales no sirven al Señor nuestro Jesucristo, sino a sus vientres; y con suaves palabras y bendiciones engañan los corazones de los simples.


Que ya no seamos niños fluctuantes, y llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que, para engañar, emplean con astucia los artificios del error:


Nadie os engañe con palabras vanas; porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia.


No os engañe nadie en ninguna manera; porque no vendrá sin que venga antes la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición,


Mas los malos hombres y los engañadores, irán de mal en peor, engañando y siendo engañados.


AMADOS, no creáis á todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas son salidos en el mundo.


Y engaña á los moradores de la tierra por las señales que le ha sido dado hacer en presencia de la bestia, mandando á los moradores de la tierra que hagan la imagen de la bestia que tiene la herida de cuchillo, y vivió.


Y la bestia fué presa, y con ella el falso profeta que había hecho las señales delante de ella, con las cuales había engañado á los que tomaron la señal de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego ardiendo en azufre.


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