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Jeremías 14:12 - Biblia Reina Valera 1909

12 Cuando ayunaren, yo no oiré su clamor, y cuando ofrecieren holocausto y ofrenda, no lo aceptaré; antes los consumiré con cuchillo, y con hambre, y con pestilencia.

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Biblia Reina Valera 1960

12 Cuando ayunen, yo no oiré su clamor, y cuando ofrezcan holocausto y ofrenda no lo aceptaré, sino que los consumiré con espada, con hambre y con pestilencia.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 Cuando ellos ayunen no les prestaré atención. Cuando me presenten sus ofrendas quemadas y las ofrendas de grano, no las aceptaré. En cambio, los devoraré con guerra, hambre y enfermedad.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Aunque ayunen, no escucharé su súplica; aunque me presenten holocaustos y ofrendas, no los aceptaré. Al contrario, me preparo para acabar con ellos por la espada, el hambre y la peste.

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 Cuando ayunen, no escucharé su clamor, y cuando ofrezcan holocaustos y ofrendas de cereal, no los aceptaré, sino que con espada, hambre y pestilencia los consumiré.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Aunque ayunen, no escucho su clamor; aunque ofrezcan holocausto y oblación, no los quiero, sino que voy a acabar con ellos por medio de la espada, del hambre y de la peste'.

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Jeremías 14:12
32 Tagairtí Cros  

¿Oirá Dios su clamor Cuando la tribulación sobre él viniere?


Entonces me llamarán, y no responderé; Buscarme han de mañana, y no me hallarán:


El sacrificio de los impíos es abominación á Jehová: Mas la oración de los rectos es su gozo.


El sacrificio de los impíos es abominación: ¡Cuánto más ofreciéndolo con maldad!


El que aparta su oído para no oir la ley, Su oración también es abominable.


¿Por qué, dicen, ayunamos, y no hiciste caso; humillamos nuestras almas, y no te diste por entendido? He aquí que en el día de vuestro ayuno halláis lo que queréis, y todos demandáis vuestras haciendas.


Por tanto, así ha dicho Jehová: He aquí yo traigo sobre ellos mal del que no podrán salir; y clamarán á mi, y no los oiré.


Tú pues, no ores por este pueblo, ni levantes por ellos clamor ni oración; porque yo no oiré el día que en su aflicción á mí clamaren.


Y DÍJOME Jehová: Si Moisés y Samuel se pusieran delante de mí, mi voluntad no será con este pueblo: échalos de delante de mí, y salgan.


De dolorosas enfermedades morirán; no serán plañidos ni enterrados: serán por muladar sobre la haz de la tierra: y con cuchillo y con hambre serán consumidos, y sus cuerpos serán para comida de las aves del cielo y de las bestias de la tierra.


Y heriré los moradores de esta ciudad; y los hombres y las bestias morirán de pestilencia grande.


Y enviaré sobre ellos espada, hambre, y pestilencia, hasta que sean acabados de sobre la tierra que les dí á ellos y á sus padres.


He aquí que con arietes han acometido la ciudad para tomarla; y la ciudad va á ser entregada en mano de los Caldeos que pelean contra ella, á causa de la espada, y del hambre y de la pestilencia: ha pues venido á ser lo que tú dijiste, y he aquí tú lo estás viendo.


¿A qué viene para mí este incienso de Seba, y la buena caña olorosa de tierra lejana? Vuestros holocaustos no son á mi voluntad, ni vuestros sacrificios me dan gusto.


Cortarélos de por junto, dice Jehová. No habrá uvas en la vid, ni higos en la higuera, y caeráse la hoja; y lo que les he dado pasará de ellos.


Y los esparciré entre gentes que no conocieron ellos ni sus padres; y enviaré espada en pos de ellos, hasta que yo los acabe.


O si pestilencia enviare sobre esa tierra, y derramare mi ira sobre ella en sangre, para talar de ella hombres y bestias,


Por lo cual así ha dicho el Señor Jehová: ¿Cuánto más, si mis cuatro malos juicios, espada, y hambre, y mala bestia, y pestilencia, enviare contra Jerusalem, para talar de ella hombres y bestias?


Pues también yo haré en mi furor; no perdonará mi ojo, ni tendré misericordia, y gritarán á mis oídos con gran voz, y no los oiré.


Con sus ovejas y con sus vacas andarán buscando á Jehová, y no le hallarán; apartóse de ellos.


Aborrecí, abominé vuestras solemnidades, y no me darán buen olor vuestras asambleas.


Entonces clamarán á Jehová y no les responderá; antes esconderá de ellos su rostro en aquel tiempo, por cuanto hicieron malvadas obras.


Y aconteció que como él clamó, y no escucharon, así ellos clamaron, y yo no escuché, dice Jehová de los ejércitos;


¿Quién también hay de vosotros que cierre las puertas ó alumbre mi altar de balde? Yo no recibo contentamiento en vosotros, dice Jehová de los ejércitos, ni de vuestra mano me será agradable el presente.


Y esta otra vez haréis cubrir el altar de Jehová de lágrimas, de llanto, y de clamor; así que no miraré más á presente, para aceptarlo con gusto de vuestra mano.


Y miré, y he aquí un caballo amarillo: y el que estaba sentado sobre él tenía por nombre Muerte; y el infierno le seguía: y le fué dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las bestias de la tierra.


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