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Génesis 43:23 - Biblia Reina Valera 1909

23 Y él respondió: Paz á vosotros, no temáis; vuestro Dios y el Dios de vuestro padre os dió el tesoro en vuestros costales: vuestro dinero vino á mí. Y sacó á Simeón á ellos.

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Biblia Reina Valera 1960

23 Él les respondió: Paz a vosotros, no temáis; vuestro Dios y el Dios de vuestro padre os dio el tesoro en vuestros costales; yo recibí vuestro dinero. Y sacó a Simeón a ellos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

23 —Tranquilos, no tengan miedo —les dijo el administrador—. El Dios de ustedes, el Dios de su padre, debe de haber puesto ese tesoro en sus costales. Me consta que recibí el pago que hicieron. Después soltó a Simeón y lo llevó a donde estaban ellos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

23 El mayordomo les dijo: 'Quédense tranquilos y no tengan miedo. El Dios de ustedes y el Dios de su padre les ha puesto ese tesoro en sus bolsas, pues yo recibí toda su plata. Y en seguida les devolvió a Simeón.

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La Biblia Textual 3a Edicion

23 Y él respondió: Paz a vosotros, no temáis. Vuestro Dios y el Dios de vuestro padre os dio un tesoro escondido en vuestros costales, vuestra plata llegó a mí. Y les sacó a Simeón.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 'Estad tranquilos -dijo aquél-; no temáis. Vuestro Dios y el Dios de vuestro padre es quien puso ese tesoro en vuestros sacos. Yo recibí ya vuestro dinero'. Y les sacó a Simeón.

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Génesis 43:23
17 Tagairtí Cros  

Y apartóse él de ellos, y lloró: después volvió á ellos, y les habló, y tomó de entre ellos á Simeón, y aprisionóle á vista de ellos.


Y dijo á sus hermanos: Mi dinero se me ha devuelto, y aun helo aquí en mi saco. Sobresaltóseles entonces el corazón, y espantados dijeron el uno al otro: ¿Qué es esto que nos ha hecho Dios?


Entonces su padre Jacob les dijo: Habéisme privado de mis hijos; José no parece, ni Simeón tampoco, y á Benjamín le llevaréis: contra mí son todas estas cosas.


Y el Dios Omnipotente os dé misericordias delante de aquel varón, y os suelte al otro vuestro hermano, y á este Benjamín. Y si he de ser privado de mis hijos, séalo.


Hemos también traído en nuestras manos otro dinero para comprar alimentos: nosotros no sabemos quién haya puesto nuestro dinero en nuestros costales.


Entonces se envistió el espíritu en Amasai, príncipe de treinta, y dijo: Por ti, oh David, y contigo, oh hijo de Isaí. Paz, paz contigo, y paz con tus ayudadores; pues que también tu Dios te ayuda. Y David los recibió, y púsolos entre los capitanes de la cuadrilla.


También se pasaron á David algunos de Manasés, cuando vino con los Filisteos á la batalla contra Saúl, aunque no les ayudaron; porque los sátrapas de los Filisteos, habido consejo, lo despidieron, diciendo: Con nuestras cabezas se pasará á su señor Saúl.


El rey envió esta respuesta á Rehum canciller, y á Simsai secretario, y á los demás sus compañeros que habitan en Samaria, y á los demás de la parte allá del río: Paz, etc.


En cualquiera casa donde entrareis, primeramente decid: Paz sea á esta casa.


Y entre tanto que ellos hablaban estas cosas, él se puso en medio de ellos, y les dijo: Paz á vosotros.


La paz os dejo, mi paz os doy: no como el mundo la da, yo os la doy. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.


Y como fué tarde aquel día, el primero de la semana, y estando las puertas cerradas donde los discípulos estaban juntos por miedo de los Judíos, vino Jesús, y púsose en medio, y díjoles: Paz á vosotros.


Entonces les dijo Jesús otra vez: Paz á vosotros: como me envió el Padre, así también yo os envío.


Y ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Vino Jesús, las puertas cerradas, y púsose en medio, y dijo: Paz á vosotros.


Y el hombre viejo dijo: Paz sea contigo; tu necesidad toda sea solamente á mi cargo, con tal que no tengas la noche en la plaza.


Y Jehová le dijo: Paz á ti; no tengas temor, no morirás.


Y decidle así: Que vivas y sea paz á ti, y paz á tu familia, y paz á todo cuanto tienes.


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