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Génesis 43:21 - Biblia Reina Valera 1909

21 Y aconteció que como vinimos al mesón y abrimos nuestros costales, he aquí el dinero de cada uno estaba en la boca de su costal, nuestro dinero en su justo peso; y hémoslo vuelto en nuestras manos.

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Biblia Reina Valera 1960

21 Y aconteció que cuando llegamos al mesón y abrimos nuestros costales, he aquí el dinero de cada uno estaba en la boca de su costal, nuestro dinero en su justo peso; y lo hemos vuelto a traer con nosotros.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

21 pero cuando íbamos de regreso a nuestra casa, nos detuvimos a pasar la noche y abrimos nuestros costales. Entonces descubrimos que el dinero de cada uno de nosotros —la cantidad exacta que habíamos pagado— ¡estaba en la parte superior de cada costal! Aquí está, lo hemos traído con nosotros.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

21 y cuando en la posada abrimos nuestras bolsas, el dinero de cada uno estaba en la boca de las bolsas. Contamos bien la plata y ahora la traemos aquí para devolverla.

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La Biblia Textual 3a Edicion

21 pero sucedió que cuando llegamos a la posada y abrimos nuestros costales, he aquí la plata de cada uno estaba en la boca de su costal, nuestra plata en su justo peso. Por eso la hemos vuelto traer en nuestras manos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

21 pero aconteció que cuando, de vuelta, llegamos al albergue y abrimos nuestros sacos, vimos que el dinero de cada uno, la cantidad exacta de nuestro dinero, estaba en la boca de cada saco, y ahora la hemos traído con nosotros.

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Génesis 43:21
12 Tagairtí Cros  

Y tomad en vuestras manos doblado dinero, y llevad en vuestra mano el dinero vuelto en las bocas de vuestros costales; quizá fué yerro.


Entonces tomaron aquellos varones el presente, y tomaron en su mano doblado dinero, y á Benjamín; y se levantaron, y descendieron á Egipto, y presentáronse delante de José.


Y dijeron: Ay, señor mío, nosotros en realidad de verdad descendimos al principio á comprar alimentos:


Hemos también traído en nuestras manos otro dinero para comprar alimentos: nosotros no sabemos quién haya puesto nuestro dinero en nuestros costales.


He aquí, el dinero que hallamos en la boca de nuestros costales, te lo volvimos á traer desde la tierra de Canaán; ¿cómo, pues, habíamos de hurtar de casa de tu señor plata ni oro?


No paguéis á nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres.


No debáis á nadie nada, sino amaros unos á otros; porque el que ama al prójimo, cumplió la ley.


Orad por nosotros: porque confiamos que tenemos buena conciencia, deseando conversar bien en todo.


Sean las costumbres vuestras sin avaricia; contentos de lo presente; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré.


Teniendo vuestra conversación honesta entre los Gentiles; para que, en lo que ellos murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen á Dios en el día de la visitación, estimándoos por las buenas obras.


Teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean confundidos los que blasfeman vuestra buena conversación en Cristo.


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