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Génesis 42:22 - Biblia Reina Valera 1909

22 Entonces Rubén les respondió, diciendo: ¿No os hablé yo y dije: No pequéis contra el mozo; y no escuchásteis? He aquí también su sangre es requerida.

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Biblia Reina Valera 1960

22 Entonces Rubén les respondió, diciendo: ¿No os hablé yo y dije: No pequéis contra el joven, y no escuchasteis? He aquí también se nos demanda su sangre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

22 «¿No les dije yo que no pecaran contra el muchacho? —preguntó Rubén—. Pero ustedes no me hicieron caso, ¡y ahora tenemos que responder por su sangre!».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

22 Rubén dijo a los demás: '¿No les decía yo que no le hicieran mal al muchacho? Pero ustedes no me escucharon y ahora estamos pagando por su muerte.

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La Biblia Textual 3a Edicion

22 Entonces Rubén les respondió diciendo: ¿Acaso no os hablé diciendo: No pequéis contra el muchacho?° Pero no escuchasteis, y ahora, ciertamente, su sangre nos es demandada.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 Respondióles Rubén: '¿No os lo advertí yo, cuando os dije que no atentarais contra el niño? Pero vosotros no me escuchasteis, y he aquí que ahora se nos demanda su sangre'.

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Génesis 42:22
19 Tagairtí Cros  

Y él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama á mí desde la tierra.


Y ellos no sabían que los entendía José, porque había intérprete entre ellos.


Y dijo José á sus hermanos: Yo soy José: ¿vive aún mi padre? Y sus hermanos no pudieron responderle, porque estaban turbados delante de él.


Y viendo los hermanos de José que su padre era muerto, dijeron: Quizá nos aborrecerá José, y nos dará el pago de todo el mal que le hicimos.


Y Jehová hará tornar su sangre sobre su cabeza: que él ha muerto dos varones más justos y mejores que él, á los cuales mató á cuchillo sin que mi padre David supiese nada: á Abner hijo de Ner, general del ejército de Israel, y á Amasa hijo de Jether, general de ejército de Judá.


La sangre pues de ellos recaerá sobre la cabeza de Joab, y sobre la cabeza de su simiente para siempre: mas sobre David y sobre su simiente, y sobre su casa y sobre su trono, habrá perpetuamente paz de parte de Jehová.


No tuvo pues memoria el rey Joas de la misericordia que su padre Joiada había hecho con él, antes matóle su hijo; el cual dijo al morir: Jehová lo vea, y lo requiera.


Porque demandando la sangre se acordó de ellos: No se olvidó del clamor de los pobres.


Cuando yo dijere al impío: De cierto morirás: y tú no le amonestares, ni le hablares, para que el impío sea apercibido de su mal camino, á fin de que viva, el impío morirá por su maldad, mas su sangre demandaré de tu mano.


Y nosotros, á la verdad, justamente padecemos; porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos: mas éste ningún mal hizo.


Y como los bárbaros vieron la víbora colgando de su mano, decían los unos á los otros: Ciertamente este hombre es homicida, á quien, escapado de la mar, la justicia no deja vivir.


Mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio juntamente sus conciencias, y acusándose y también excusándose sus pensamientos unos con otros;


El que lleva en cautividad, va en cautividad: el que á cuchillo matare, es necesario que á cuchillo sea muerto. Aquí está la paciencia y la fe de los santos.


Y los hombres se quemaron con el grande calor, y blasfemaron el nombre de Dios, que tiene potestad sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria.


Y Jonathán habló bien de David á Saúl su padre, y díjole: No peque el rey contra su siervo David, pues que ninguna cosa ha cometido contra ti: antes sus obras te han sido muy buenas;


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