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Génesis 4:7 - Biblia Reina Valera 1909

7 Si bien hicieres, ¿no serás ensalzado? y si no hicieres bien, el pecado está á la puerta: con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él.

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Biblia Reina Valera 1960

7 Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Serás aceptado si haces lo correcto, pero si te niegas a hacer lo correcto, entonces, ¡ten cuidado! El pecado está a la puerta, al acecho y ansioso por controlarte; pero tú debes dominarlo y ser su amo».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Pero tú no obras bien y el pecado está agazapado a las puertas de tu casa. El te acecha como fiera, pero tú debes dominarlo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 Si obras bien, ¿no serás enaltecido? Pero si no obras bien, el pecado acecha a la puerta, y su concupiscencia va contra ti, pero tú has de dominarla.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 ¿Acaso no andarías con la cabeza alta si hicieras el bien? Como no actúas correctamente, el pecado está a la puerta, al acecho, codiciándote; pero tú debes dominarlo'.

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Génesis 4:7
33 Tagairtí Cros  

Y le respondió: He aquí he recibido también tu súplica sobre esto, y no destruiré la ciudad de que has hablado.


A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera tus dolores y tus preñeces; con dolor parirás los hijos; y a tu marido será tu deseo, y él se enseñoreará de ti.


Todo lo da como un rey Arauna al rey. Luego dijo Arauna al rey: Jehová tu Dios te sea propicio.


Y fué á la guerra con Joram hijo de Achâb á Ramoth de Galaad, contra Hazael rey de Siria; y los Siros hirieron á Joram.


Si alguna iniquidad hubiere en tu mano, y la echares de ti, Y no consintieres que more maldad en tus habitaciones;


Entonces levantarás tu rostro limpio de mancha, Y serás fuerte y no temerás:


Como fué en los días de mi mocedad, Cuando el secreto de Dios estaba en mi tienda;


Ahora pues, tomaos siete becerros y siete carneros, y andad á mi siervo Job, y ofreced holocausto por vosotros, y mi siervo Job orará por vosotros; porque de cierto á él atenderé para no trataros afrentosamente, por cuanto no habéis hablado por mí con rectitud, como mi siervo Job.


Tener respeto á la persona del impío, Para hacer caer al justo de su derecho, no es bueno.


El sacrificio de los impíos es abominación: ¡Cuánto más ofreciéndolo con maldad!


Ve, y clama estas palabras hacia el aquilón, y di: Vuélvete, oh rebelde Israel, dice Jehová; no haré caer mi ira sobre vosotros: porque misericordioso soy yo, dice Jehová, no guardaré para siempre el enojo.


¿A qué viene para mí este incienso de Seba, y la buena caña olorosa de tierra lejana? Vuestros holocaustos no son á mi voluntad, ni vuestros sacrificios me dan gusto.


¿Qué Dios como tú, que perdonas la maldad, y olvidas el pecado del resto de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque es amador de misericordia.


¿Quién también hay de vosotros que cierre las puertas ó alumbre mi altar de balde? Yo no recibo contentamiento en vosotros, dice Jehová de los ejércitos, ni de vuestra mano me será agradable el presente.


Habéis además dicho: ¡Oh qué trabajo! y lo desechasteis, dice Jehová de los ejércitos; y trajisteis lo hurtado, ó cojo, ó enfermo, y presentasteis ofrenda. ¿Seráme acepto eso de vuesta mano? dice Jehová.


Y cuando ofrecéis el animal ciego para sacrificar, ¿no es malo? asimismo cuando ofrecéis el cojo ó el enfermo, ¿no es malo? Preséntalo pues á tu príncipe: ¿acaso se agradará de ti, ó le serás acepto? dice Jehová de los ejércitos.


Mas si así no lo hiciereis, he aquí habréis pecado á Jehová; y sabed que os alcanzará vuestro pecado.


Sino que de cualquiera nación que le teme y obra justicia, se agrada.


ASÍ que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable á Dios, que es vuestro racional culto.


Porque el que en esto sirve á Cristo, agrada á Dios, y es acepto á los hombres.


Para ser ministro de Jesucristo á los Gentiles, ministrando el evangelio de Dios, para que la ofrenda de los Gentiles sea agradable, santificada por el Espíritu Santo.


No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, para que le obedezcáis en sus concupiscencias;


¿No sabéis que á quien os prestáis vosotros mismos por siervos para obedecer le, sois siervos de aquel á quien obedecéis, ó del pecado para muerte, ó de la obediencia para justicia?


Para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado:


Pero si alguna viuda tuviere hijos, ó nietos, aprendan primero a gobernar su casa piadosamente, y á recompensar á sus padres: porque esto es lo honesto y agradable delante de Dios.


Por la fe Abel ofreció á Dios mayor sacrificio que Caín, por la cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio á sus presentes; y difunto, aun habla por ella.


Y la concupiscencia, después que ha concebido, pare el pecado: y el pecado, siendo cumplido, engendra muerte.


Vosotros también, como piedras vivas, sed edificados una casa espitirual, y un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, agradables á Dios por Jesucristo.


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